Escuela de Economía de Chicago
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La Escuela de Economía de Chicago EEC es una conocida escuela de pensamiento económico partidaria del libre mercado desde mediados del siglo XX. Fue liderada históricamente por George Stigler y Milton Friedman. En alguna medida, el pensamiento económico de esta escuela, se encuentra ligado a las teorías de la Escuela Austríaca de Economía.
En el campo económico se le suele relacionar con la teoría neoclásica de precios y el rechazo al keynesianismo en favor del monetarismo, a la vez que es conocido su rechazo por las regulaciones económicas y su apoyo al liberalismo económico. En la metodología, sus estudios suelen estar más basados en el uso de estadística antes que en la teoría. En el aspecto político suele ser ligada a las corrientes libertarianas norteamericanas.
La escuela se caracteriza por tratar una amplia gama de temas, entre los que se encuentran las regulaciones del matrimonio civil, la esclavitud o aspectos demográficos.
El nombre fue acuñado en la década de 1950 para referirse a los economistas que dictadan clase en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, generalmente ligados a la Escuela de Negocios y a la de Derecho. En esos años, se solían encontrar en intensas discusiones que ayudaron a crear un grupo enfocado en la problemática económica, basada en la teoría de precios. Por esos mismos años, se vio la mayor popularidad de la Escuela económica keynesiana, lo que ocasionó que los economistas de Chicago fuesen ignorados. El afamado economista Friedrich Hayek dictó clase en la universidad, puesto que fue el único lugar en donde pudo encontrar empleo en esos años.
En 1976 Milton Friedman gana el Premio Nobel de Economía por su aporte a Teoría Monetaria y a partir de entonces la Escuela de Chicago comienza a tener renombre por los aportes de sus economistas.
No todos los economistas del Departamento de Economía comparten las ideas de la Escuela de Chicago, de hecho, menos de la mitad de los profesores de la institución se consideran parte de la ella.
Las teorías de la Escuela de Chicago están detrás de muchas de las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional; instituciones, que en cierta medida, se caracterizan por su apoyo al libre mercado. Aparte de instituciones internacionales, muchos países también comenzaron a tomar en cuenta su teoría económica a partir de los años 1980, siendo la década de los 1990 el periodo de mayor auge de las teorías económicas liberales en buena parte del mundo, siendo la Escuela de Chicago en parte responsable de este auge.
La Escuela de Chicago es también famosa por tener los siguientes premios nobel entre sus miembros:
1976 - Milton Friedman
1979 - Theodore Schultz
1991 - Ronald Coase
1992 - Gary Becker
1993 - Robert Fogel
1995 - Robert Lucas
2000 - James Heckman
Adicionalmente muchos premios nobel de economía han pasado por el Departamento de Economía como estudiantes, profesores, o investigadores, siendo los siguientes nóbeles :
1970 - Paul Samuelson.- Bachiller (1935).
1972 - Kenneth Arrow.- Investigador Asociado (1947-1948).
1974 - Friedrich Hayek.- Profesor (1950-1964).
1975 - Tjalling Koopmans.- Investigador Asociado (1944-1946), Profesor Asociado (1946-1948), Profesor (1948-1955).
1978 - Herbert Simon.- Bachiller (1936), Ph.D. (1943), Investigador Asistente(1936-1938).
1980 - Lawrence Klein.- Investigador (1942-1943).
1983 - Gerard Debreu.- Investigador Asociado (1950-1955).
1986 - James M. Buchanan.- Ph.D. (1948).
1989 - Trygve Haavelmo.- Investigador Asociado (1946-1947), Profesor Visitante (1957-1958).
1990 - Harry Markowitz.- Bachiller (1947), Maestría(1950), Ph.D. (1955).
1997 - Myron Scholes.- Maestría (1964), Ph.D. (1970).
1999 - Robert Mundell.- Profesor (1966-1971).
2000 - Daniel McFadden.- Profesor Visitante (1966-1967).
2004 - Edward C. Prescott.- Profesor Visitante (1978-1979), Profesor (1998-1999).
Véase también [editar]
Liberalismo
Neoliberalismo
Universidad de Chicago
Enlaces Externo [editar]
http://www-news.uchicago.edu/resources/nobel/economics.html (en inglés)
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Econom%C3%ADa_de_Chicago"
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La Escuela de Economía de Chicago EEC es una conocida escuela de pensamiento económico partidaria del libre mercado desde mediados del siglo XX. Fue liderada históricamente por George Stigler y Milton Friedman. En alguna medida, el pensamiento económico de esta escuela, se encuentra ligado a las teorías de la Escuela Austríaca de Economía.
En el campo económico se le suele relacionar con la teoría neoclásica de precios y el rechazo al keynesianismo en favor del monetarismo, a la vez que es conocido su rechazo por las regulaciones económicas y su apoyo al liberalismo económico. En la metodología, sus estudios suelen estar más basados en el uso de estadística antes que en la teoría. En el aspecto político suele ser ligada a las corrientes libertarianas norteamericanas.
La escuela se caracteriza por tratar una amplia gama de temas, entre los que se encuentran las regulaciones del matrimonio civil, la esclavitud o aspectos demográficos.
El nombre fue acuñado en la década de 1950 para referirse a los economistas que dictadan clase en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, generalmente ligados a la Escuela de Negocios y a la de Derecho. En esos años, se solían encontrar en intensas discusiones que ayudaron a crear un grupo enfocado en la problemática económica, basada en la teoría de precios. Por esos mismos años, se vio la mayor popularidad de la Escuela económica keynesiana, lo que ocasionó que los economistas de Chicago fuesen ignorados. El afamado economista Friedrich Hayek dictó clase en la universidad, puesto que fue el único lugar en donde pudo encontrar empleo en esos años.
En 1976 Milton Friedman gana el Premio Nobel de Economía por su aporte a Teoría Monetaria y a partir de entonces la Escuela de Chicago comienza a tener renombre por los aportes de sus economistas.
No todos los economistas del Departamento de Economía comparten las ideas de la Escuela de Chicago, de hecho, menos de la mitad de los profesores de la institución se consideran parte de la ella.
Las teorías de la Escuela de Chicago están detrás de muchas de las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional; instituciones, que en cierta medida, se caracterizan por su apoyo al libre mercado. Aparte de instituciones internacionales, muchos países también comenzaron a tomar en cuenta su teoría económica a partir de los años 1980, siendo la década de los 1990 el periodo de mayor auge de las teorías económicas liberales en buena parte del mundo, siendo la Escuela de Chicago en parte responsable de este auge.
La Escuela de Chicago es también famosa por tener los siguientes premios nobel entre sus miembros:
1976 - Milton Friedman
1979 - Theodore Schultz
1991 - Ronald Coase
1992 - Gary Becker
1993 - Robert Fogel
1995 - Robert Lucas
2000 - James Heckman
Adicionalmente muchos premios nobel de economía han pasado por el Departamento de Economía como estudiantes, profesores, o investigadores, siendo los siguientes nóbeles :
1970 - Paul Samuelson.- Bachiller (1935).
1972 - Kenneth Arrow.- Investigador Asociado (1947-1948).
1974 - Friedrich Hayek.- Profesor (1950-1964).
1975 - Tjalling Koopmans.- Investigador Asociado (1944-1946), Profesor Asociado (1946-1948), Profesor (1948-1955).
1978 - Herbert Simon.- Bachiller (1936), Ph.D. (1943), Investigador Asistente(1936-1938).
1980 - Lawrence Klein.- Investigador (1942-1943).
1983 - Gerard Debreu.- Investigador Asociado (1950-1955).
1986 - James M. Buchanan.- Ph.D. (1948).
1989 - Trygve Haavelmo.- Investigador Asociado (1946-1947), Profesor Visitante (1957-1958).
1990 - Harry Markowitz.- Bachiller (1947), Maestría(1950), Ph.D. (1955).
1997 - Myron Scholes.- Maestría (1964), Ph.D. (1970).
1999 - Robert Mundell.- Profesor (1966-1971).
2000 - Daniel McFadden.- Profesor Visitante (1966-1967).
2004 - Edward C. Prescott.- Profesor Visitante (1978-1979), Profesor (1998-1999).
Véase también [editar]
Liberalismo
Neoliberalismo
Universidad de Chicago
Enlaces Externo [editar]
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Neoliberalismo
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El término neoliberalismo, abreviación de neoclassical liberalism (liberalismo neoclásico), es un neologismo que hace referencia a una política económica que considera contraproducente el excesivo intervencionismo estatal en materia social o en la economía y defiende el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país, salvo ante la presencia de las denominadas fallas del mercado.[1] Se suele considerar como una reaparición del liberalismo decimonónico, aunque esta afirmación no es del todo exacta por la ambigüedad ideológica que presenta como concepto,[2] y por su base teórica neoclásica. Es usado con el fin de agrupar a un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven, según sus defensores, el fortalecimiento de la economía nacional a través de incentivos empresariales y la entrada en el proceso globalizador, y según sus críticos, los intereses de grupos económicos corporativo-mercantilistas. Generalmente el neoliberalismo es neutral con respecto a la libertad individual civil.
Tabla de contenidos[ocultar]
1 Origen y uso actual del término
2 Usos históricos del concepto
3 Definición
4 Liberalismo y Neo liberalismo
5 Historia del neoliberalismo
5.1 Antecedentes
5.2 El resurgimiento del modelo
5.3 La era de la información
5.4 Movimientos antiglobalización
5.5 La situación actual
6 Pros y contras de las propuestas económicas neoliberales
7 Notas
8 Bibliografía
9 Véase también
10 Enlaces externos
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Origen y uso actual del término [editar]
El llamado neoliberalismo en buena medida, fruto del trabajo teórico de economistas de la Escuela de Chicago como Milton Friedman que desde mediados de los años 50 se convirtieron en críticos opositores de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo. A finales de los años 70 sus teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. En efecto, la aplicación de los preceptos keynesianos, no sólo no creaba empleo sino que además desató una epidemia inflacionaria mundial (estanflación) y creó unos déficit presupuestarios insostenibles. La crítica de estos autores tenía tres vertientes: discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada recomendando mantener fija dicha magnitud; desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda agregada.
En aquellos mismos años los trabajos de la Escuela Austríaca, como los de Friedrich Hayek, Ludwig von Mises y Carl Menger, empezaron a tener mayor relevancia; aunque esta escuela discrepa tanto con el keynesianismo como del monetarismo asociado comúnmente al denominado neoliberalismo. La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el keynesianismo había la mayoría de escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales. En el Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público que, si bien tuvo consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio una gran dinamismo al sector productivo. En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y la vocación militarista del entorno de Reagan por lo que solo se logró crear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos prosperaron pero no las de control del gasto social o del gasto militar que eran las principales partidas).
Se aprecia en la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, un modelo económico monetarista con algunos rasgos keynesianos, siendo estos manejados por su equipo de economistas, los Chicago Boys. Estos serían vitales para la reestructuración económica de Chile marcadas por la crisis mundiales y la nacionalización del cobre, es el llamado Milagro de Chile.
De estas experiencias y de las dificultades para aplicar esas políticas a países en desarrollo, nació una división entre los economistas partidarios de la nueva doctrina. Algunos volvieron a una versión keynesiana con inclinación monetarista que incorporaba la aversión al déficit y a la fabricación de dinero pero no al concepto de intervención pública en la economía (Consenso de Washington) mientras otros opinaron que la reducción del Estado debía ser aún más drástica hasta limitarlo a lo completamente imprescindible. En este último grupo se encuentran los movimientos libertarianos norteamericanos que son los que más suelen relacionarse al concepto de neoliberalismo. Pero, los críticos de la economía de mercado capitalista suelen usar el concepto como una generalización sobre cualquier posición que o ponga limites a la intervención de los Estados en la economía o que amplíe el poder de las empresas privadas multinacionales (según el origen de la crítica). En América Latina por ejemplo es común identificar el término neoliberal con las recomendaciones del Consenso de Washington aunque a nivel académico se considere erróneo relacionarlas con medidas de mercado abierto. El neoliberalismo tendría entonces una razón geopolítica antes que ser la práctica de un mercado libre, razón que explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.
En resumen, el término neoliberal no define una teoría económica concreta, y se usa más para refererirse al sistema o la institucionalización del liberalismo económico en el comercio mundial, tampoco el neoliberalismo es una filosofía política unificada por la diversidad de escuelas y movimientos que se le suelen relacionar. Algunos sectores críticos usan el termino neo liberalismo con frecuencia como etiqueta ideológica peyorativa; mientras que los defensores de estas políticas rechazan el neoliberalismo como una una etiqueta falaz creada por algunos sectores de izquierda y de centro (e incluso de derecha) para descalificar sumariamente a sus adversarios políticos, mientras prefieren definirse a sí mismos como "liberales".
Usos históricos del concepto [editar]
No se puede dar una definición estática de neoliberalismo debido a que su significado ha ido cambiando en el transcurso del tiempo y no es idéntico en todos los países del planeta. Es necesario, por ello, señalar los cambios de significado que han culminado en su uso a comienzos del siglo XXI, y las diferencias regionales en los países de habla castellana a los que está dirigida esta enciclopedia.
Las pesquisas realizadas sobre el tema[3] revelan que la palabra fue usada por primera vez, de manera asistemática, por destacados economistas liberales, entre los que se cuentan:
Ludwig von Mises. La edición inglesa (1927) de su libro Liberalismus usa el término neoliberalism para traducir lo que en alemán von Mises denominó neuen Liberalismus (nuevo liberalismo). En este libro Von Mises usa el término para designar a los socialistas que se hacen pasar por liberales (término que después reemplazó por seudoliberales), mientras que en su posterior libro, Socialismo, lo aplica a los liberales partidarios de la entonces nueva teoría subjetiva del valor, como Carl Menger.
Louis Baudin, en su obra de 1953, L'aube d'un nouveau libéralisme (El alba de un nuevo liberalismo), relata que el término neoliberalismo fue deliberadamente acuñado y usado para su posterior difusión en el coloquio de destacados pensadores liberales realizado en París en agosto de 1938, cuando ya se anunciaba la inevitabilidad de la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo fue diferenciarse de la entonces desacreditada escuela liberal clásica, a la que se atribuía una importante responsabilidad por haber llegado a ese callejón sin salida. Participaron en el coloquio destacados economistas liberales como Rueff, Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Alexander Rüstow, Wilhelm Röpke, Detauoff, Condliffe, Polanyi, Lippman y Baudin.
Edgar Nawroth, en su libro Die Sozial-und Wirtschaftsphilosophie des Neoliberalismus (1961), califica como neoliberales a los partidarios de la Escuela de Friburgo) y de Munich, destacando las contribuciones de Wilhelm Röpke y de Alexander Rüstow.
Economistas del Centro de Investigación para la Comparación de Sistemas de Dirección Económica de la Universidad de Marburgo definieron al neoliberalismo como:
Un concepto global bajo en que se incluyen los programas de la renovación de la mentalidad liberal clásica, cuyas concepciones básicas del orden están marcadas por una inequívoca renuncia a las ideas genéricas del laissez faire y por un rechazo total a los sistemas totalitarios.Entre los rasgos esenciales del neoliberalismo incluyen la garantía legal de la libre competencia y la convicción de que al libre mercado deben agregarse otras consideraciones sociales..
Alfred Müller-Armack, uno de los teoricos de la Economía social de mercado, acusa a los neoliberales (que no identifica con precisión) de "no haber prestado la debida atención a los problemas sociales y sociológicos".[4] De su obra surgen como posturas extremas el liberalismo tradicional o paleoliberalismo, el neoliberalismo que se le opone, y la intermedia Economía Social de Mercado.
En Latinoamérica el término suele usarse por sus detractores para hacer referencia al conjunto de políticas recomendadas en la década de 1990 por el Consenso de Washington, a las que consideran responsables de los problemas sociales de años posteriores a su aplicación, poniendo como ejemplo la crisis argentina del 2001.
En la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, el término ha sido crecientemente usado con carácter peyorativo. El escritor Mario Elgue, por ejemplo, afirma:[5]
Ya no quedan dudas de que el modelo neoliberal es incapaz de dar respuesta a los principales problemas que siguen aquejando a la sociedad: altos índices de desempleo, trabajo en negro, pobreza y exclusión social. Su debacle fue el resultado de la aplicación de las políticas del "derrame", según las cuales bastaba con el crecimiento de los grandes grupos concentrados ya que estos últimos difundirían los beneficios hacia el resto de la sociedad productiva y laboral. Pues bien, ahora está claro que este "goteo" no llegó; que no hubo un correlato distributivo y de cohesión de la base social.
En consecuencia, y como es también usual con las diferentes acepciones del término liberal, no se puede hablar de una definición universalmente aceptada, uniforme en el espacio y constante en el tiempo, sino sólo de usos del término neoliberalismo en diferentes contextos.
Definición [editar]
Características invocadas de un sistema de políticas neoliberales son:
En política económica internacional: el énfasis en la libre circulación de los capitales (ya que el libre comercio es común a todas las teorías liberales). Quienes apoyan la posición neoliberal argumentan que el libre flujo de las inversiones resultante favorece a los países pobres, que reciben aportes de capital de los países ricos. Los críticos, por el contrario, sostienen que esto multiplica dramáticamente el impacto de las crisis de confianza, culpabilizandolo de la seguidilla de debacles financieras de escala más o menos global cuyo más notable componente fue conocido como Efecto Tequila.
En política económica interna: la mínima intromisión de los gobiernos en los mercados (especialmente el laboral), la privatización de las empresas públicas y el desmantelamiento del Estado Benefactor. Los críticos de estas políticas les adjudican los problemas crecientes de tensión, exclusión y violencia social asociados a su aplicación indiscriminada.
Estas políticas son principalmente impulsadas desde el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismos que no dependen de las Naciones Unidas y están por ello exentos del control directo de la comunidad internacional de países. Sin embargo, los propios liberales rechazan a éstos como monstruos burocráticos, intervencionistas e inútiles. En la práctica, estas políticas toman como modelo de economía (salvo en lo referente al proteccionismo) a la estadounidense. En Latinoamérica se suele identificar a las políticas neoliberales con las establecidas en el llamado Consenso de Washington, término acuñado en 1989 por el economista John Williamson para referirse al tipo de políticas fiscales y monetarias recomendadas para los países en desarrollo por los organismos con sede en Washington (Banco Mundial, FMI y Tesoro estadounidense, entre otros). El auge de las políticas neoliberales se produjo durante el gobierno de la Primer Ministro británica Margaret Thatcher, políticas luego imitadas por el presidente estadounidense Ronald Reagan.
El término neoliberalismo es cuestionado por muchos economistas por no corresponder a ninguna escuela bien definida, ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las actividades económicas (aunque probablemente sí de explicarlas). Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de comunicación y algunos intelectuales, que debería ser reemplazado por políticas neoliberales. La mayoría de los que desde el progresismo son calificados como neoliberales, se consideran a sí mismos simplemente liberales.
Etimológicamente, el término significa nuevos liberales y nace de la necesidad de diferenciar el liberalismo económico previo a la Segunda Guerra Mundial, de los surgidos durante la Guerra Fría. Algunos autores identifican al neoliberalismo con el liberalismo austríaco, que en realidad es sólo una de las escuelas liberales de nuevo cuño a las que alude el prefijo neo. La bonanza económica estadounidense de la posguerra, permitió que el liberalismo recuperara prestigio.
A continuación se dan las principales características que definen y diferencian las políticas neoliberales de las tradicionales.
Liberalismo y Neo liberalismo [editar]
Resulta difícil diferenciar ambos conceptos, puesto que con Neoliberalismo no se está haciendo alusión a una teoría política o económica en particular, sino más bien se está refiriendo a una generalización de escuelas y teorías económicas (muchas veces opuestas entre si). Debido a este problema, resulta complejo establecer una base de comparación con respecto al antiguo concepto de liberalismo, que pese a todo, resulta más claro de limitar.
Originalmente la teoría que limitaba el poder del Estado y entregaba la economía a los agentes privados era el liberalismo, y hasta bien entrado el siglo XX los partidarios de estas ideas siguieron siendo llamados liberales. Sin embargo, la crisis de 1929, el auge del keynesianismo y el uso por parte de la izquierda norteamericana del concepto liberal, condujeron a que el liberalismo rescatado por diversos gobiernos de la década de los 80' recibiese otro nombre, siendo este el de neoliberalismo.
En aspectos teoricos, los llamados neoliberales suelen defender conceptos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX, añadiendole generalmente elementos posteriores como el rol subsidiario del Estado desarrollado por los ordoliberales alemanes, el monetarismo de la Escuela de Chicago, o incluso ciertos conceptos económicos keynesianos; siendo el neoliberalismo en todos los casos, un conjunto de ideas bastante alejadas de la ortodoxia liberal del siglo XIX.
Para algunos liberales como por ejemplo los libertarianos de izquierda, el neoliberalismo no es más que "estatismo para los ricos", sin embargo otros sectores del libertarianismo, especialmentes los clásicos, si bien son en algún nivel críticos teóricos del neoliberalismo, se han terminado acoplando a su coyuntura política.
Historia del neoliberalismo [editar]
Antecedentes [editar]
Las teorías que dan base al llamado neoliberalismo comenzaron a tomar fuerza tras las sucesivas crisis de estanflación que sacudieron a la economía occidental en los años setenta y que no encontraban solución en las habituales políticas keynesianas del periodo.
El keynesianismo propugnaba la temporal intervención del Estado como motor para resolver los problemas de recesión y desempleo que tuvieron su máxima expresión en la Gran Depresión de 1930. A medida que los paises sucumbían ante la crisis y las políticas liberales tradicionales parecían no dar resultados, las sociedades comenzaron a interesarse por alternativas al capitalismo laissez faire. Hubo quienes centraron su atención en los fascismos, que proponían un fuerte intervencionismo en la economía, mientras que otros se sintieron atraidos por el comunismo y el ejemplo de la Unión Sovietica que no se vio tan afectada por la depresión del 30'.
De los múltiples economistas teóricos que intentaron explicar las caóticas circunstancias reinantes y organizar acciones correctivas a futuro sobresalió Keynes, cuya tesis propuso una serie de medidas para "salvar al capitalismo desde el capitalismo": contrariamente a las recetas de los clásicos, que insistían en la disminución del gasto público, Keynes propuso favorecer el rol anticíclico del Estado mediante el aumento del gasto público incluso a niveles sostenidamente deficitarios para favorecer la creación de empleo, el incremento de precios para hacer frente a la deflación; o la disminución de la inversión gubernamental y el incremento de la presión impositiva para domar las escaladas inflacionarias.
Las políticas keynesianas tuvieron una actuación fundamental en el llamado New Deal y en la serie de medidas implementadas para afrontar la gran recesión de 1937. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial el rol del Estado como promotor de empleo llegó a su pico: la desocupación, que la conjunción de políticas activas (entre ellas el New Deal) había logrado disminuir desde un 25% (1933) hasta el 14% (1940), se desbarrancó al 2% en 1943. La distribución del ingreso alcanzó niveles casi óptimos.
El grado de implementación de políticas contracíclicas continuó ascendiendo en los años 50 y alcanzó su punto cúlmine en los 60. En este punto vastos sectores de la economía consideraban que se había encontrado la receta definitiva para enfrentar procesos recesivos, y que éstos eran ya cosa del pasado; muchos economistas de formación liberal clásica pasaron a engrosar las filas del keynesianismo. La crisis del petróleo de 1973 fue el primero de los cimbronazos que condujeron a un progresivo deterioro de las condiciones económicas reinantes: el desempleo fue creciendo pero acompañado de un aumento incontenible de la inflación, lo que contradecía la curva de Phillips. El nuevo escenario estanflacionario desafiaba los postulados keynesianos: para enfrentarlo se deberían efectivizar al mismo tiempo acciones antirecesivas y antiinflacionarias, algo nunca previsto en la nueva teoría.
El resurgimiento del modelo [editar]
Ante el nuevo mapa político que se dibuja, tras la toma de Berlín a manos del Ejército Rojo, empieza a resurgir la idea de oponerse a la planificación económica del Gosplan soviético. Empieza la guerra fría y en ese contexto se traza el mapa del Nuevo Orden. Así mismo tras la guerra mundial se reinstaura el libre mercado y las reglas del cambio monetario.
El llamado neoliberalismo empieza a construirse en el campo teórico en los años cuarenta con importantes ideólogos, como Friedrich Hayek o Milton Friedman, partidarios de las escuelas Austríaca y de Chicago respectivamente, que revitalizan la ideología liberal con los nuevos ingredientes de la lucha contra el comunismo y cualquier movimiento de izquierda amparándose en la lucha contra la intervención tanto del Estado como de cualquier estamento de sociedad en el mercado capitalista. Otra corriente influyente en el moderno neoliberalismo es la del Ordoliberalismo o Neoliberalismo alemán que aportará, entre otros elementos, el rol subsidiario del Estado. Sin embargo, fuera del ordoliberalismo, estas teorías no lograrían expresarse hasta después de las crisis de los años 70.
La nueva doctrina liberal, basada fundamentalmente de las teorías de Hayek y Friedman alcanzará su plenitud durante los años 1980 con la llegada de Ronald Reagan y Margaret Thatcher al poder en Estados Unidos y el Reino Unido respectivamente. Ambos llevaron a cabo agresivas políticas de liberalización económica y tuvieron un fuerte rol contra el comunismo difundido por la Unión Sovietica. El avance del neoliberalismo en Europa se detenía en el Atlántico propiciado, sobre todo, por la siempre presente espada de Damocles del comunismo. Es en esos años cuando Francis Fukuyama lanzará su famosa cita de el fin de la historia. Pero no será hasta la década de los 90, con el desmantelamiento de la URSS, cuando, por fin, esta ideología observe su máxima expansión a lo largo de todo el globo. Las socialdemocracias europeas instaladas, hasta entonces, como contrapeso social, pero liberal a la vez, sufrirán retrocesos en el estado del bienestar una vez que la amenaza comunista ha desaparecido.
La era de la información [editar]
El siglo XXI amanece con lo que muchos analistas de mercado denominan como la Nueva Economía. Los sociólogos lo llamarán globalización. En realidad se trata de la irrupción de las nuevas tecnologías de la información (Internet, telefonía móvil, etc). El resultado es que las transacciones ya no se realizan a mano sino que todo ocurre y sucede a través de kilométricas y extensas redes de cables y satélites. Ello propicia el engaño digital, el maquillaje de las cuentas, la ocultación de las pérdidas y la ingeniería fiscal para vender falsos beneficios a los nuevos accionistas, más inexpertos e impulsivos. También es ahora más fácil la evasión de impuestos y la ocultación de capitales bajo el amparo de los nuevos paraísos fiscales. Así mismo también surgen multitud de empresas que hacen negocios enteramente por la red. Son las llamadas empresas punto com. Sus salidas a bolsa son, muchas veces espectaculares, a pesar de sus grandes pérdidas, basándose en la promesa de futuros beneficios, ver Burbuja .com.
Pero la globalización influye no solo en el plano económico sino también a todos los niveles. El conocimiento se difunde con mayor fluidez y las relaciones entre diferentes culturas se aceleran tendiéndose a una homogeneización de las sociedades. Las críticas surgen en las prisas de unos por globalizar el libre mercado y la lentitud en hacer lo mismo con los derechos humanos. Desde los ámbitos más liberales se alega que los derechos humanos vienen después, una vez la sociedad entra en el libre mercado y que no hace falta, por tanto adoptar mayores medidas al respecto que coarten la libertad empresarial en esos países. La globalización del conocimiento tendrá también efectos positivos para los movimientos antiliberales ya que les permitirá, en adelante, globalizar sus protestas. Así es como surgirá paralelamente el movimiento antiglobalización.
Movimientos antiglobalización [editar]
En Asia y América Latina se prueban experimentos desastrosos. El caso Argentino o el de Malasia y Corea son buenos ejemplos pues en todos ellos el estado se ve obligado a volver a políticas más intervencionistas para salvar sus economías interiores. A pesar de todo el retroceso social continúa hasta nuestros días. Por su parte, África sigue sumida en un mar de pobreza más profundo cada vez. Todo ello por seguir modelos económicos que pretenden parecerse al neoliberalismo, pero que distan mucho de este; puesto que el ideal de liberalismo sería un sistema totalmente libre, si acaso con una mínima intervención del estado (minarquismo). Los defensores del modelo alegan también que en estas naciones no existía uno de los requisitos fundamentales para su aplicación, la presencia de instituciones estables que garanticen un sistema jurídico fuerte y neutral que proteja la propiedad privada y el respeto por los contratos. De esta manera se evita el clientelismo político y la corrupción que impiden que el modelo económico sea realmente liberal.
Ante este panorama, muchos movimientos sociales alzaron la voz cada vez con más frecuencia. Primero había sido la crisis en Japón, que aún perdura. Luego sufrían los Tigres Asiáticos, Argentina, Venezuela, y otros países latinoamericanos. Las críticas desde los ámbitos sociales crecían y el año 1999 en la reunión de la OMC en Seattle estalla el movimiento antiglobalización, contestatario de las reformas neoliberales. Desde dichos sectores se acusa al neoliberalismo de ser un modelo ligado a los intereses de la política estadounidense, de no tener en cuenta los derechos humanos y de empobrecer más las economías de los países del tercer mundo.
En el 2000, se produce la denominada Guerra del agua en Cochabamba- Bolivia contra la gestión corporativa de la multinacional Bechtel. Durante el año 2001 el hundimiento de la burbuja tecnológica y los valores de empresas como Amazon o Terra se ve rematado por el atentado de las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001. Wall Street cierra durante unos días, algo inaudito que paraliza buena parte de las finanzas mundiales.
El ciclo de crisis continúa hasta nuestros días con la bancarrota de Enron y el escándalo en Arthur Andersen, la quiebra de Parmalat así como de otras empresas que habían manipulado sus cuentas para hacerse más atractivas en bolsa. Durante esos días se acuña la expresión de manzanas podridas (en inglés: bad apples) para referirse a las empresas que una tras otras van quebrando por cuentas falseadas.
La situación actual [editar]
Tras la explosión de la Burbuja .com la Nueva Economía pierde peso y se vuelve la mirada hacia los viejos recursos, más tangibles que el mundo de Internet: el petróleo y el gas natural. En los EE.UU., el nuevo presidente Bush, amparándose en la llamada "lucha contra el terrorismo", retrae el país hacia una posición mucho más conservadora. Tras las guerras de Afganistán e Iraq, EE.UU. pone nuevas bases en Oriente Medio y en el centro de Asia asegurándose el suministro de los preciados recursos de la zona.
La nueva política obliga a dejar en paz a países enemigos del modelo neoliberal como Venezuela y, hasta cierto punto, Cuba, siempre y cuando aseguren el suministro de recursos. Debido a esto, a los nuevos ideólogos de este tipo de políticas se le tiende a llamar neocons o neoconservadores en vez de neoliberales. Esto es porque se les acusa de ser militaristas.[6]
Pros y contras de las propuestas económicas neoliberales [editar]
Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos e ideólogos neoliberales (en principio recomendaciones a países tanto industrializados como en desarrollo) incluyen:
Políticas monetarias restrictivas (aumentar tasas de interés o reducir la oferta de dinero). Con ello disminuye la inflación y se reduce el riesgo de una devaluación. No obstante con ello se inhibe el crecimiento económico ya que se disminuye el flujo de exportaciones y se perpetúa el nivel de deuda interna y externa denominada en monedas extranjeras. Así mismo, se evitan los llamados ciclos del mercado.
Políticas fiscales restrictivas (aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los impuestos sobre la producción y la renta; eliminar regímenes especiales; disminuir el gasto público). Con ello se supone que se incentiva la inversión, se sanean las finanzas públicas y se fortalece la efectividad del Estado. No obstante no se distingue entre los niveles de ingreso de los contribuyentes, donde unos puede pagar más impuestos que otros, y se grava a las mayorías mientras que se exime a las minorías, deprimiéndose así la demanda, si bien se busque apoyar la oferta, buscando el bienestar de toda la sociedad. Tampoco se reconoce que el gasto público es necesario, tanto para el crecimiento como para el desarrollo (comparar históricamente ejemplos de países industrializados); para la protección de sectores vulnerables de la economía y la población; y para la estabilidad social y económica en general. Por otra parte, estas políticas no son aprobadas por muchos neoliberales, ya que el ideal liberal es que no haya estado, y por tanto, tampoco impuestos.
Liberalización. Tanto la liberalización para el comercio como para las inversiones se supone que incentivan tanto el crecimiento como la distribución de la riqueza, al permitir 1.- una participación más amplia de agentes en el mercado (sin monopolios u oligopolios), 2.- la generación de economías de escala (mayor productividad), 3.- el aprovechamiento de ventajas competitivas relativas (mano de obra barata, por ejemplo), 4.- el abaratamiento de bienes y servicios (al reducirse costos de transportación y del proteccionismo), y 5.- el aumento en los niveles de consumo y el bienestar derivado de ello (en general aumento de la oferta y la demanda en un contexto de “libre” mercado, con situaciones de equilibrio e utilidades marginales).
Privatización. Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos y que el Estado debe adelgazarse para ser más eficiente y permitir que el sector privado sea el encargado de la generación de riqueza.
Desregulación. Se considera que demasiadas reglas y leyes inhiben la actividad económica y que su reducción a un mínimo necesario (sobre todo la garantización del régimen de propiedad y de la seguridad) propician un mayor dinamismo de los agentes económicos.
En todos los casos, los teóricos neoliberales afirman que la mejor manera de alcanzar la distribución de la riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento total del producto, que por su propia dinámica permea al total de los integrantes de la sociedad (la llamada trickle down policy ); los liberales promueven "mediante el beneficio individual, alcanzar el beneficio de toda la sociedad".
Notas [editar]
↑ [1] Los cambios en la racionalidad económica por J.P. Trujillo et al. El libre juego de las fuerzas de la oferta y la demanda tiende a establecer en condiciones de competencia perfecta, precios de equilibrio que garantizan una asignación óptima de recursos.
↑ Cuestiones liberales, por Joaquín Santiago Rubio
↑ El mito del neoliberalismo por Enrique Guersi
↑ Müller-Armack, Alfred; Economía dirigida y economía de mercado. p 226 (1963)
↑ Mario Elgue; La Economía social; Editorial Capital Intelectual, Buenos Aires (Argentina); 2007; p. 47.
↑ "The problem with neoconservatism's agenda lies not in its ends, which are as American as apple pie, but rather in the overmilitarized means by which it has sought to accomplish them." Albert Fukuyama, After neoconservatism
Bibliografía [editar]
John Maynard Keynes, Teoría General del Empleo, Interés y Dinero, 1930 (2 volúmenes). Keynes fue el principal impulsor del Estado Benefactor, durante el New Deal del Presidente de EEUU Franklin Delano Roosevelt.
John Kenneth Galbraith, El nuevo estado industrial, Editorial Sarpe, Madrid (España), 1967. Analiza, antes de la aparición del término neoliberalismo, la díficil convivencia entre el libre mercado y las grandes empresas industriales.
Celso Furtado, Subdesarrollo y estancamiento en América Latina, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Argentina, 1972. Los basamentos de la Teoría de la dependencia.
Milton Friedman, Libertad de elegir, Editorial Planeta-Agostini, (España), 1992.
Joseph E. Stiglitz, El malestar en la globalización, Editorial Taurus, Madrid (España), 2002. Analiza detalladamente los problemas que la aplicación de las políticas neoliberales del Fondo Monetario Internacional creó en diversos países.
Immanuel Wallerstein, La crisis estructural del capitalismo, Editorial Contrahistorias, México, 2005. Discusión general de los problemas actuales del capitalismo.
Immanuel Wallerstein, La decadencia del poder estadounidense, Editorial Capital Intelectual (Ediciones Le Monde diplomatique - El Dipló), Buenos Aires (Argentina), 2006. Los problemas del neoliberalismo analizados en conexión con su principal impulsor en el mundo, los EE. UU.
Estela Grassi, Problemas y políticas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década infame, Espacio Editorial, Buenos Aires (Argentina), 2003.
Friedrich Hayek, "Camino de Servidumbre", 1944.
Friedrich Hayek, "La Fatal Arrogancia", Unión Editorial (España).
Véase también [editar]
Globalización
Liberalismo
Monetarismo
Neoconservadurismo
Enlaces externos [editar]
El mito del neoliberalismo por Enrique Guersi. Historia del origen del término "neoliberalismo".
Liberalismo contra neoliberalismo, por Jorge Valín.
NO al neoliberalismo, sobre liberalismo y neoliberalismo
Neoliberalismo ¿un camino viable? por Dulce María Bazán Canales.
Neoliberalismo. Su significado según el Diccionario Crítico de Ciencias Sociales de la UCM.
Sitio web de Joseph Stiglitz.
Qué es el neoliberalismo por Alberto Mansueti.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Neoliberalismo"
Categoría: Neoliberalismo
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El término neoliberalismo, abreviación de neoclassical liberalism (liberalismo neoclásico), es un neologismo que hace referencia a una política económica que considera contraproducente el excesivo intervencionismo estatal en materia social o en la economía y defiende el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país, salvo ante la presencia de las denominadas fallas del mercado.[1] Se suele considerar como una reaparición del liberalismo decimonónico, aunque esta afirmación no es del todo exacta por la ambigüedad ideológica que presenta como concepto,[2] y por su base teórica neoclásica. Es usado con el fin de agrupar a un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven, según sus defensores, el fortalecimiento de la economía nacional a través de incentivos empresariales y la entrada en el proceso globalizador, y según sus críticos, los intereses de grupos económicos corporativo-mercantilistas. Generalmente el neoliberalismo es neutral con respecto a la libertad individual civil.
Tabla de contenidos[ocultar]
1 Origen y uso actual del término
2 Usos históricos del concepto
3 Definición
4 Liberalismo y Neo liberalismo
5 Historia del neoliberalismo
5.1 Antecedentes
5.2 El resurgimiento del modelo
5.3 La era de la información
5.4 Movimientos antiglobalización
5.5 La situación actual
6 Pros y contras de las propuestas económicas neoliberales
7 Notas
8 Bibliografía
9 Véase también
10 Enlaces externos
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Origen y uso actual del término [editar]
El llamado neoliberalismo en buena medida, fruto del trabajo teórico de economistas de la Escuela de Chicago como Milton Friedman que desde mediados de los años 50 se convirtieron en críticos opositores de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo. A finales de los años 70 sus teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. En efecto, la aplicación de los preceptos keynesianos, no sólo no creaba empleo sino que además desató una epidemia inflacionaria mundial (estanflación) y creó unos déficit presupuestarios insostenibles. La crítica de estos autores tenía tres vertientes: discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada recomendando mantener fija dicha magnitud; desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda agregada.
En aquellos mismos años los trabajos de la Escuela Austríaca, como los de Friedrich Hayek, Ludwig von Mises y Carl Menger, empezaron a tener mayor relevancia; aunque esta escuela discrepa tanto con el keynesianismo como del monetarismo asociado comúnmente al denominado neoliberalismo. La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el keynesianismo había la mayoría de escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales. En el Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público que, si bien tuvo consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio una gran dinamismo al sector productivo. En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y la vocación militarista del entorno de Reagan por lo que solo se logró crear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos prosperaron pero no las de control del gasto social o del gasto militar que eran las principales partidas).
Se aprecia en la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, un modelo económico monetarista con algunos rasgos keynesianos, siendo estos manejados por su equipo de economistas, los Chicago Boys. Estos serían vitales para la reestructuración económica de Chile marcadas por la crisis mundiales y la nacionalización del cobre, es el llamado Milagro de Chile.
De estas experiencias y de las dificultades para aplicar esas políticas a países en desarrollo, nació una división entre los economistas partidarios de la nueva doctrina. Algunos volvieron a una versión keynesiana con inclinación monetarista que incorporaba la aversión al déficit y a la fabricación de dinero pero no al concepto de intervención pública en la economía (Consenso de Washington) mientras otros opinaron que la reducción del Estado debía ser aún más drástica hasta limitarlo a lo completamente imprescindible. En este último grupo se encuentran los movimientos libertarianos norteamericanos que son los que más suelen relacionarse al concepto de neoliberalismo. Pero, los críticos de la economía de mercado capitalista suelen usar el concepto como una generalización sobre cualquier posición que o ponga limites a la intervención de los Estados en la economía o que amplíe el poder de las empresas privadas multinacionales (según el origen de la crítica). En América Latina por ejemplo es común identificar el término neoliberal con las recomendaciones del Consenso de Washington aunque a nivel académico se considere erróneo relacionarlas con medidas de mercado abierto. El neoliberalismo tendría entonces una razón geopolítica antes que ser la práctica de un mercado libre, razón que explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.
En resumen, el término neoliberal no define una teoría económica concreta, y se usa más para refererirse al sistema o la institucionalización del liberalismo económico en el comercio mundial, tampoco el neoliberalismo es una filosofía política unificada por la diversidad de escuelas y movimientos que se le suelen relacionar. Algunos sectores críticos usan el termino neo liberalismo con frecuencia como etiqueta ideológica peyorativa; mientras que los defensores de estas políticas rechazan el neoliberalismo como una una etiqueta falaz creada por algunos sectores de izquierda y de centro (e incluso de derecha) para descalificar sumariamente a sus adversarios políticos, mientras prefieren definirse a sí mismos como "liberales".
Usos históricos del concepto [editar]
No se puede dar una definición estática de neoliberalismo debido a que su significado ha ido cambiando en el transcurso del tiempo y no es idéntico en todos los países del planeta. Es necesario, por ello, señalar los cambios de significado que han culminado en su uso a comienzos del siglo XXI, y las diferencias regionales en los países de habla castellana a los que está dirigida esta enciclopedia.
Las pesquisas realizadas sobre el tema[3] revelan que la palabra fue usada por primera vez, de manera asistemática, por destacados economistas liberales, entre los que se cuentan:
Ludwig von Mises. La edición inglesa (1927) de su libro Liberalismus usa el término neoliberalism para traducir lo que en alemán von Mises denominó neuen Liberalismus (nuevo liberalismo). En este libro Von Mises usa el término para designar a los socialistas que se hacen pasar por liberales (término que después reemplazó por seudoliberales), mientras que en su posterior libro, Socialismo, lo aplica a los liberales partidarios de la entonces nueva teoría subjetiva del valor, como Carl Menger.
Louis Baudin, en su obra de 1953, L'aube d'un nouveau libéralisme (El alba de un nuevo liberalismo), relata que el término neoliberalismo fue deliberadamente acuñado y usado para su posterior difusión en el coloquio de destacados pensadores liberales realizado en París en agosto de 1938, cuando ya se anunciaba la inevitabilidad de la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo fue diferenciarse de la entonces desacreditada escuela liberal clásica, a la que se atribuía una importante responsabilidad por haber llegado a ese callejón sin salida. Participaron en el coloquio destacados economistas liberales como Rueff, Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Alexander Rüstow, Wilhelm Röpke, Detauoff, Condliffe, Polanyi, Lippman y Baudin.
Edgar Nawroth, en su libro Die Sozial-und Wirtschaftsphilosophie des Neoliberalismus (1961), califica como neoliberales a los partidarios de la Escuela de Friburgo) y de Munich, destacando las contribuciones de Wilhelm Röpke y de Alexander Rüstow.
Economistas del Centro de Investigación para la Comparación de Sistemas de Dirección Económica de la Universidad de Marburgo definieron al neoliberalismo como:
Un concepto global bajo en que se incluyen los programas de la renovación de la mentalidad liberal clásica, cuyas concepciones básicas del orden están marcadas por una inequívoca renuncia a las ideas genéricas del laissez faire y por un rechazo total a los sistemas totalitarios.Entre los rasgos esenciales del neoliberalismo incluyen la garantía legal de la libre competencia y la convicción de que al libre mercado deben agregarse otras consideraciones sociales..
Alfred Müller-Armack, uno de los teoricos de la Economía social de mercado, acusa a los neoliberales (que no identifica con precisión) de "no haber prestado la debida atención a los problemas sociales y sociológicos".[4] De su obra surgen como posturas extremas el liberalismo tradicional o paleoliberalismo, el neoliberalismo que se le opone, y la intermedia Economía Social de Mercado.
En Latinoamérica el término suele usarse por sus detractores para hacer referencia al conjunto de políticas recomendadas en la década de 1990 por el Consenso de Washington, a las que consideran responsables de los problemas sociales de años posteriores a su aplicación, poniendo como ejemplo la crisis argentina del 2001.
En la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, el término ha sido crecientemente usado con carácter peyorativo. El escritor Mario Elgue, por ejemplo, afirma:[5]
Ya no quedan dudas de que el modelo neoliberal es incapaz de dar respuesta a los principales problemas que siguen aquejando a la sociedad: altos índices de desempleo, trabajo en negro, pobreza y exclusión social. Su debacle fue el resultado de la aplicación de las políticas del "derrame", según las cuales bastaba con el crecimiento de los grandes grupos concentrados ya que estos últimos difundirían los beneficios hacia el resto de la sociedad productiva y laboral. Pues bien, ahora está claro que este "goteo" no llegó; que no hubo un correlato distributivo y de cohesión de la base social.
En consecuencia, y como es también usual con las diferentes acepciones del término liberal, no se puede hablar de una definición universalmente aceptada, uniforme en el espacio y constante en el tiempo, sino sólo de usos del término neoliberalismo en diferentes contextos.
Definición [editar]
Características invocadas de un sistema de políticas neoliberales son:
En política económica internacional: el énfasis en la libre circulación de los capitales (ya que el libre comercio es común a todas las teorías liberales). Quienes apoyan la posición neoliberal argumentan que el libre flujo de las inversiones resultante favorece a los países pobres, que reciben aportes de capital de los países ricos. Los críticos, por el contrario, sostienen que esto multiplica dramáticamente el impacto de las crisis de confianza, culpabilizandolo de la seguidilla de debacles financieras de escala más o menos global cuyo más notable componente fue conocido como Efecto Tequila.
En política económica interna: la mínima intromisión de los gobiernos en los mercados (especialmente el laboral), la privatización de las empresas públicas y el desmantelamiento del Estado Benefactor. Los críticos de estas políticas les adjudican los problemas crecientes de tensión, exclusión y violencia social asociados a su aplicación indiscriminada.
Estas políticas son principalmente impulsadas desde el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismos que no dependen de las Naciones Unidas y están por ello exentos del control directo de la comunidad internacional de países. Sin embargo, los propios liberales rechazan a éstos como monstruos burocráticos, intervencionistas e inútiles. En la práctica, estas políticas toman como modelo de economía (salvo en lo referente al proteccionismo) a la estadounidense. En Latinoamérica se suele identificar a las políticas neoliberales con las establecidas en el llamado Consenso de Washington, término acuñado en 1989 por el economista John Williamson para referirse al tipo de políticas fiscales y monetarias recomendadas para los países en desarrollo por los organismos con sede en Washington (Banco Mundial, FMI y Tesoro estadounidense, entre otros). El auge de las políticas neoliberales se produjo durante el gobierno de la Primer Ministro británica Margaret Thatcher, políticas luego imitadas por el presidente estadounidense Ronald Reagan.
El término neoliberalismo es cuestionado por muchos economistas por no corresponder a ninguna escuela bien definida, ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las actividades económicas (aunque probablemente sí de explicarlas). Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de comunicación y algunos intelectuales, que debería ser reemplazado por políticas neoliberales. La mayoría de los que desde el progresismo son calificados como neoliberales, se consideran a sí mismos simplemente liberales.
Etimológicamente, el término significa nuevos liberales y nace de la necesidad de diferenciar el liberalismo económico previo a la Segunda Guerra Mundial, de los surgidos durante la Guerra Fría. Algunos autores identifican al neoliberalismo con el liberalismo austríaco, que en realidad es sólo una de las escuelas liberales de nuevo cuño a las que alude el prefijo neo. La bonanza económica estadounidense de la posguerra, permitió que el liberalismo recuperara prestigio.
A continuación se dan las principales características que definen y diferencian las políticas neoliberales de las tradicionales.
Liberalismo y Neo liberalismo [editar]
Resulta difícil diferenciar ambos conceptos, puesto que con Neoliberalismo no se está haciendo alusión a una teoría política o económica en particular, sino más bien se está refiriendo a una generalización de escuelas y teorías económicas (muchas veces opuestas entre si). Debido a este problema, resulta complejo establecer una base de comparación con respecto al antiguo concepto de liberalismo, que pese a todo, resulta más claro de limitar.
Originalmente la teoría que limitaba el poder del Estado y entregaba la economía a los agentes privados era el liberalismo, y hasta bien entrado el siglo XX los partidarios de estas ideas siguieron siendo llamados liberales. Sin embargo, la crisis de 1929, el auge del keynesianismo y el uso por parte de la izquierda norteamericana del concepto liberal, condujeron a que el liberalismo rescatado por diversos gobiernos de la década de los 80' recibiese otro nombre, siendo este el de neoliberalismo.
En aspectos teoricos, los llamados neoliberales suelen defender conceptos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX, añadiendole generalmente elementos posteriores como el rol subsidiario del Estado desarrollado por los ordoliberales alemanes, el monetarismo de la Escuela de Chicago, o incluso ciertos conceptos económicos keynesianos; siendo el neoliberalismo en todos los casos, un conjunto de ideas bastante alejadas de la ortodoxia liberal del siglo XIX.
Para algunos liberales como por ejemplo los libertarianos de izquierda, el neoliberalismo no es más que "estatismo para los ricos", sin embargo otros sectores del libertarianismo, especialmentes los clásicos, si bien son en algún nivel críticos teóricos del neoliberalismo, se han terminado acoplando a su coyuntura política.
Historia del neoliberalismo [editar]
Antecedentes [editar]
Las teorías que dan base al llamado neoliberalismo comenzaron a tomar fuerza tras las sucesivas crisis de estanflación que sacudieron a la economía occidental en los años setenta y que no encontraban solución en las habituales políticas keynesianas del periodo.
El keynesianismo propugnaba la temporal intervención del Estado como motor para resolver los problemas de recesión y desempleo que tuvieron su máxima expresión en la Gran Depresión de 1930. A medida que los paises sucumbían ante la crisis y las políticas liberales tradicionales parecían no dar resultados, las sociedades comenzaron a interesarse por alternativas al capitalismo laissez faire. Hubo quienes centraron su atención en los fascismos, que proponían un fuerte intervencionismo en la economía, mientras que otros se sintieron atraidos por el comunismo y el ejemplo de la Unión Sovietica que no se vio tan afectada por la depresión del 30'.
De los múltiples economistas teóricos que intentaron explicar las caóticas circunstancias reinantes y organizar acciones correctivas a futuro sobresalió Keynes, cuya tesis propuso una serie de medidas para "salvar al capitalismo desde el capitalismo": contrariamente a las recetas de los clásicos, que insistían en la disminución del gasto público, Keynes propuso favorecer el rol anticíclico del Estado mediante el aumento del gasto público incluso a niveles sostenidamente deficitarios para favorecer la creación de empleo, el incremento de precios para hacer frente a la deflación; o la disminución de la inversión gubernamental y el incremento de la presión impositiva para domar las escaladas inflacionarias.
Las políticas keynesianas tuvieron una actuación fundamental en el llamado New Deal y en la serie de medidas implementadas para afrontar la gran recesión de 1937. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial el rol del Estado como promotor de empleo llegó a su pico: la desocupación, que la conjunción de políticas activas (entre ellas el New Deal) había logrado disminuir desde un 25% (1933) hasta el 14% (1940), se desbarrancó al 2% en 1943. La distribución del ingreso alcanzó niveles casi óptimos.
El grado de implementación de políticas contracíclicas continuó ascendiendo en los años 50 y alcanzó su punto cúlmine en los 60. En este punto vastos sectores de la economía consideraban que se había encontrado la receta definitiva para enfrentar procesos recesivos, y que éstos eran ya cosa del pasado; muchos economistas de formación liberal clásica pasaron a engrosar las filas del keynesianismo. La crisis del petróleo de 1973 fue el primero de los cimbronazos que condujeron a un progresivo deterioro de las condiciones económicas reinantes: el desempleo fue creciendo pero acompañado de un aumento incontenible de la inflación, lo que contradecía la curva de Phillips. El nuevo escenario estanflacionario desafiaba los postulados keynesianos: para enfrentarlo se deberían efectivizar al mismo tiempo acciones antirecesivas y antiinflacionarias, algo nunca previsto en la nueva teoría.
El resurgimiento del modelo [editar]
Ante el nuevo mapa político que se dibuja, tras la toma de Berlín a manos del Ejército Rojo, empieza a resurgir la idea de oponerse a la planificación económica del Gosplan soviético. Empieza la guerra fría y en ese contexto se traza el mapa del Nuevo Orden. Así mismo tras la guerra mundial se reinstaura el libre mercado y las reglas del cambio monetario.
El llamado neoliberalismo empieza a construirse en el campo teórico en los años cuarenta con importantes ideólogos, como Friedrich Hayek o Milton Friedman, partidarios de las escuelas Austríaca y de Chicago respectivamente, que revitalizan la ideología liberal con los nuevos ingredientes de la lucha contra el comunismo y cualquier movimiento de izquierda amparándose en la lucha contra la intervención tanto del Estado como de cualquier estamento de sociedad en el mercado capitalista. Otra corriente influyente en el moderno neoliberalismo es la del Ordoliberalismo o Neoliberalismo alemán que aportará, entre otros elementos, el rol subsidiario del Estado. Sin embargo, fuera del ordoliberalismo, estas teorías no lograrían expresarse hasta después de las crisis de los años 70.
La nueva doctrina liberal, basada fundamentalmente de las teorías de Hayek y Friedman alcanzará su plenitud durante los años 1980 con la llegada de Ronald Reagan y Margaret Thatcher al poder en Estados Unidos y el Reino Unido respectivamente. Ambos llevaron a cabo agresivas políticas de liberalización económica y tuvieron un fuerte rol contra el comunismo difundido por la Unión Sovietica. El avance del neoliberalismo en Europa se detenía en el Atlántico propiciado, sobre todo, por la siempre presente espada de Damocles del comunismo. Es en esos años cuando Francis Fukuyama lanzará su famosa cita de el fin de la historia. Pero no será hasta la década de los 90, con el desmantelamiento de la URSS, cuando, por fin, esta ideología observe su máxima expansión a lo largo de todo el globo. Las socialdemocracias europeas instaladas, hasta entonces, como contrapeso social, pero liberal a la vez, sufrirán retrocesos en el estado del bienestar una vez que la amenaza comunista ha desaparecido.
La era de la información [editar]
El siglo XXI amanece con lo que muchos analistas de mercado denominan como la Nueva Economía. Los sociólogos lo llamarán globalización. En realidad se trata de la irrupción de las nuevas tecnologías de la información (Internet, telefonía móvil, etc). El resultado es que las transacciones ya no se realizan a mano sino que todo ocurre y sucede a través de kilométricas y extensas redes de cables y satélites. Ello propicia el engaño digital, el maquillaje de las cuentas, la ocultación de las pérdidas y la ingeniería fiscal para vender falsos beneficios a los nuevos accionistas, más inexpertos e impulsivos. También es ahora más fácil la evasión de impuestos y la ocultación de capitales bajo el amparo de los nuevos paraísos fiscales. Así mismo también surgen multitud de empresas que hacen negocios enteramente por la red. Son las llamadas empresas punto com. Sus salidas a bolsa son, muchas veces espectaculares, a pesar de sus grandes pérdidas, basándose en la promesa de futuros beneficios, ver Burbuja .com.
Pero la globalización influye no solo en el plano económico sino también a todos los niveles. El conocimiento se difunde con mayor fluidez y las relaciones entre diferentes culturas se aceleran tendiéndose a una homogeneización de las sociedades. Las críticas surgen en las prisas de unos por globalizar el libre mercado y la lentitud en hacer lo mismo con los derechos humanos. Desde los ámbitos más liberales se alega que los derechos humanos vienen después, una vez la sociedad entra en el libre mercado y que no hace falta, por tanto adoptar mayores medidas al respecto que coarten la libertad empresarial en esos países. La globalización del conocimiento tendrá también efectos positivos para los movimientos antiliberales ya que les permitirá, en adelante, globalizar sus protestas. Así es como surgirá paralelamente el movimiento antiglobalización.
Movimientos antiglobalización [editar]
En Asia y América Latina se prueban experimentos desastrosos. El caso Argentino o el de Malasia y Corea son buenos ejemplos pues en todos ellos el estado se ve obligado a volver a políticas más intervencionistas para salvar sus economías interiores. A pesar de todo el retroceso social continúa hasta nuestros días. Por su parte, África sigue sumida en un mar de pobreza más profundo cada vez. Todo ello por seguir modelos económicos que pretenden parecerse al neoliberalismo, pero que distan mucho de este; puesto que el ideal de liberalismo sería un sistema totalmente libre, si acaso con una mínima intervención del estado (minarquismo). Los defensores del modelo alegan también que en estas naciones no existía uno de los requisitos fundamentales para su aplicación, la presencia de instituciones estables que garanticen un sistema jurídico fuerte y neutral que proteja la propiedad privada y el respeto por los contratos. De esta manera se evita el clientelismo político y la corrupción que impiden que el modelo económico sea realmente liberal.
Ante este panorama, muchos movimientos sociales alzaron la voz cada vez con más frecuencia. Primero había sido la crisis en Japón, que aún perdura. Luego sufrían los Tigres Asiáticos, Argentina, Venezuela, y otros países latinoamericanos. Las críticas desde los ámbitos sociales crecían y el año 1999 en la reunión de la OMC en Seattle estalla el movimiento antiglobalización, contestatario de las reformas neoliberales. Desde dichos sectores se acusa al neoliberalismo de ser un modelo ligado a los intereses de la política estadounidense, de no tener en cuenta los derechos humanos y de empobrecer más las economías de los países del tercer mundo.
En el 2000, se produce la denominada Guerra del agua en Cochabamba- Bolivia contra la gestión corporativa de la multinacional Bechtel. Durante el año 2001 el hundimiento de la burbuja tecnológica y los valores de empresas como Amazon o Terra se ve rematado por el atentado de las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001. Wall Street cierra durante unos días, algo inaudito que paraliza buena parte de las finanzas mundiales.
El ciclo de crisis continúa hasta nuestros días con la bancarrota de Enron y el escándalo en Arthur Andersen, la quiebra de Parmalat así como de otras empresas que habían manipulado sus cuentas para hacerse más atractivas en bolsa. Durante esos días se acuña la expresión de manzanas podridas (en inglés: bad apples) para referirse a las empresas que una tras otras van quebrando por cuentas falseadas.
La situación actual [editar]
Tras la explosión de la Burbuja .com la Nueva Economía pierde peso y se vuelve la mirada hacia los viejos recursos, más tangibles que el mundo de Internet: el petróleo y el gas natural. En los EE.UU., el nuevo presidente Bush, amparándose en la llamada "lucha contra el terrorismo", retrae el país hacia una posición mucho más conservadora. Tras las guerras de Afganistán e Iraq, EE.UU. pone nuevas bases en Oriente Medio y en el centro de Asia asegurándose el suministro de los preciados recursos de la zona.
La nueva política obliga a dejar en paz a países enemigos del modelo neoliberal como Venezuela y, hasta cierto punto, Cuba, siempre y cuando aseguren el suministro de recursos. Debido a esto, a los nuevos ideólogos de este tipo de políticas se le tiende a llamar neocons o neoconservadores en vez de neoliberales. Esto es porque se les acusa de ser militaristas.[6]
Pros y contras de las propuestas económicas neoliberales [editar]
Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos e ideólogos neoliberales (en principio recomendaciones a países tanto industrializados como en desarrollo) incluyen:
Políticas monetarias restrictivas (aumentar tasas de interés o reducir la oferta de dinero). Con ello disminuye la inflación y se reduce el riesgo de una devaluación. No obstante con ello se inhibe el crecimiento económico ya que se disminuye el flujo de exportaciones y se perpetúa el nivel de deuda interna y externa denominada en monedas extranjeras. Así mismo, se evitan los llamados ciclos del mercado.
Políticas fiscales restrictivas (aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los impuestos sobre la producción y la renta; eliminar regímenes especiales; disminuir el gasto público). Con ello se supone que se incentiva la inversión, se sanean las finanzas públicas y se fortalece la efectividad del Estado. No obstante no se distingue entre los niveles de ingreso de los contribuyentes, donde unos puede pagar más impuestos que otros, y se grava a las mayorías mientras que se exime a las minorías, deprimiéndose así la demanda, si bien se busque apoyar la oferta, buscando el bienestar de toda la sociedad. Tampoco se reconoce que el gasto público es necesario, tanto para el crecimiento como para el desarrollo (comparar históricamente ejemplos de países industrializados); para la protección de sectores vulnerables de la economía y la población; y para la estabilidad social y económica en general. Por otra parte, estas políticas no son aprobadas por muchos neoliberales, ya que el ideal liberal es que no haya estado, y por tanto, tampoco impuestos.
Liberalización. Tanto la liberalización para el comercio como para las inversiones se supone que incentivan tanto el crecimiento como la distribución de la riqueza, al permitir 1.- una participación más amplia de agentes en el mercado (sin monopolios u oligopolios), 2.- la generación de economías de escala (mayor productividad), 3.- el aprovechamiento de ventajas competitivas relativas (mano de obra barata, por ejemplo), 4.- el abaratamiento de bienes y servicios (al reducirse costos de transportación y del proteccionismo), y 5.- el aumento en los niveles de consumo y el bienestar derivado de ello (en general aumento de la oferta y la demanda en un contexto de “libre” mercado, con situaciones de equilibrio e utilidades marginales).
Privatización. Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos y que el Estado debe adelgazarse para ser más eficiente y permitir que el sector privado sea el encargado de la generación de riqueza.
Desregulación. Se considera que demasiadas reglas y leyes inhiben la actividad económica y que su reducción a un mínimo necesario (sobre todo la garantización del régimen de propiedad y de la seguridad) propician un mayor dinamismo de los agentes económicos.
En todos los casos, los teóricos neoliberales afirman que la mejor manera de alcanzar la distribución de la riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento total del producto, que por su propia dinámica permea al total de los integrantes de la sociedad (la llamada trickle down policy ); los liberales promueven "mediante el beneficio individual, alcanzar el beneficio de toda la sociedad".
Notas [editar]
↑ [1] Los cambios en la racionalidad económica por J.P. Trujillo et al. El libre juego de las fuerzas de la oferta y la demanda tiende a establecer en condiciones de competencia perfecta, precios de equilibrio que garantizan una asignación óptima de recursos.
↑ Cuestiones liberales, por Joaquín Santiago Rubio
↑ El mito del neoliberalismo por Enrique Guersi
↑ Müller-Armack, Alfred; Economía dirigida y economía de mercado. p 226 (1963)
↑ Mario Elgue; La Economía social; Editorial Capital Intelectual, Buenos Aires (Argentina); 2007; p. 47.
↑ "The problem with neoconservatism's agenda lies not in its ends, which are as American as apple pie, but rather in the overmilitarized means by which it has sought to accomplish them." Albert Fukuyama, After neoconservatism
Bibliografía [editar]
John Maynard Keynes, Teoría General del Empleo, Interés y Dinero, 1930 (2 volúmenes). Keynes fue el principal impulsor del Estado Benefactor, durante el New Deal del Presidente de EEUU Franklin Delano Roosevelt.
John Kenneth Galbraith, El nuevo estado industrial, Editorial Sarpe, Madrid (España), 1967. Analiza, antes de la aparición del término neoliberalismo, la díficil convivencia entre el libre mercado y las grandes empresas industriales.
Celso Furtado, Subdesarrollo y estancamiento en América Latina, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Argentina, 1972. Los basamentos de la Teoría de la dependencia.
Milton Friedman, Libertad de elegir, Editorial Planeta-Agostini, (España), 1992.
Joseph E. Stiglitz, El malestar en la globalización, Editorial Taurus, Madrid (España), 2002. Analiza detalladamente los problemas que la aplicación de las políticas neoliberales del Fondo Monetario Internacional creó en diversos países.
Immanuel Wallerstein, La crisis estructural del capitalismo, Editorial Contrahistorias, México, 2005. Discusión general de los problemas actuales del capitalismo.
Immanuel Wallerstein, La decadencia del poder estadounidense, Editorial Capital Intelectual (Ediciones Le Monde diplomatique - El Dipló), Buenos Aires (Argentina), 2006. Los problemas del neoliberalismo analizados en conexión con su principal impulsor en el mundo, los EE. UU.
Estela Grassi, Problemas y políticas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década infame, Espacio Editorial, Buenos Aires (Argentina), 2003.
Friedrich Hayek, "Camino de Servidumbre", 1944.
Friedrich Hayek, "La Fatal Arrogancia", Unión Editorial (España).
Véase también [editar]
Globalización
Liberalismo
Monetarismo
Neoconservadurismo
Enlaces externos [editar]
El mito del neoliberalismo por Enrique Guersi. Historia del origen del término "neoliberalismo".
Liberalismo contra neoliberalismo, por Jorge Valín.
NO al neoliberalismo, sobre liberalismo y neoliberalismo
Neoliberalismo ¿un camino viable? por Dulce María Bazán Canales.
Neoliberalismo. Su significado según el Diccionario Crítico de Ciencias Sociales de la UCM.
Sitio web de Joseph Stiglitz.
Qué es el neoliberalismo por Alberto Mansueti.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Neoliberalismo"
Categoría: Neoliberalismo
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