sábado, 26 de julio de 2008

Johan José Rodríguez Montoya // ¿Líderes estudiantiles?

El luchar por una causa, el manifestar descontento hacia una administración o ley injusta que viole los derechos de ciudadanos esta contemplado hasta en la constitución de cualquier republica, la historia nos ha demostrado que los estudiantes hacen cambios, que los movimientos de manifestaciones logran muchas veces hacer reaccionar a una comunidad.Es de allí la creciente preocupación de la desviación que cada día toma el sentido de ser dirigente estudiantil, pareciera hemos retomado el pensamiento de la antigua Roma y de los emperadores, cuando tenían presente que "Roma era la plebe y gánate la plebe y ganarás a Roma" este pensamiento era general en la época del auge de los gladiadores y en el cual el pueblo era controlado mediante los circos de sangre y palabrería inútil, demagogia en su más hasta nivel. Esto ocurre cada día con más frecuencia, pareciera que el mejor candidato para ser dirigente estudiantil es aquel que lleva 8 años en una carrera que tiene 5 de duración y que ha reprobado las materias posibles todas las veces posibles, y que por ser el primero en una manifestación o el primero en quemarle la buseta a un chofer que solo esta trabajando para llevarle el pan a su familia, lo elevará al nivel de ser elegido como el nuevo representante del centro de estudiantes, nadie recuerda el promedio más alto de la promoción, sino al que por fin se graduó, luego de años en la ardua labor de lanzar piedras en las calles.Nuestros dirigentes estudiantiles deben ser personas capaces tanto académicamente como moralmente, que respalden lo que profesan con hechos no con palabras, es decir, que sean el ejemplo de la sociedad que queremos, seres interesados en los hechos políticos, pero desde el punto de vista intelectual y dejando la violencia como último recurso; mucho tiempo ha pasado desde que dirigentes estudiantiles como Luís Beltrán Prieto Figueroa, Rafael Caldera, Arturo Uslar Pietri caminaron por los pasillos de nuestras universidades filosofando y aportando ideas sobre la construcción de la nación que querían, que a pesar de estar acosados y perseguidos por dictadores seguían en su producción académica y política, que los conllevaron a ser dirigentes de nuestro país.Un dirigente estudiantil debe llevar a su universidad en su corazón como arraigo a todo aquello que ésta le ha ofrecido al ser su segundo hogar y en su mente por su aporte para formarlo como un ser intelectual, racional y político; compañeros estudiantes no caigamos en la demagogia que nos venden muchos de estos pseudodirigentes que solo buscan un trampolín para una vida política y que al menor indicio venden sus ideales por un puesto o un cargo, busquemos gente capaz y sobresaliente en notas no en gritos, en voluntad no oportunismo.
Profesor de Física del Colegio Metropolitano

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