Editorial
Notitarde
C.A
El ayuno de estos jóvenes logró que se aplicara por primera vez en Venezuela la Carta Democrática Interamericana y se convirtió en el puente entre la OEA y los presos políticos
Huelga de hambre estudiantil rescató garantía de los derechos humanos
Sabrina Segovia M.
Fotos: Lisandro Casaña
La huelga de hambre estudiantil le ganó al gobierno. El ayuno juvenil rompió la barrera gubernamental para que una delegación internacional pueda constatar, por su propia cuenta, la situación de los derechos humanos de los venezolanos. Este mecanismo de protesta obtuvo 3 logros: 1.- Una misión oficial vino al país; 2.- La delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) conversó telefónicamente con los presos políticos Richard Blanco, José Sánchez, alias "Mazuco", y con los familiares de otros detenidos por razones ideológicas; 3.- Se aplicó por primera vez en el país, por petición de los estudiantes la Carta Interamericana, en sus artículos 3 (que estipula el respeto a los derechos humanos como esencia fundamental de un sistema democrático) y 18 (que establece que si surge una alteración en un sistema democrático conllevaría a que la OEA asista al país en cuestión).
En resumen, esta osadía juvenil permitió el rescate de la garantía de los derechos humanos de los ciudadanos. Por esta irreverencia, que duró 19 días, el movimiento estudiantil vuelve a ser el protagonista de esta sección del diario.
Al "Desayuno en la Redacción" asistieron algunos de los huelguistas, que dejaron de alimentarse por 456 horas y volvieron a probar con nosotros una arepita de queso amarillo con carne mechada, cachapas con queso de mano y ensaladas de frutas. Los invitados a este desayuno cuyo apetito por la libertad aún no ha sido saciado fueron: Julio César Rivas (22 años), máximo dirigente de Juventud Activa Venezuela Unida (Javu); María Fernanda Isaac (24 años), estudiante de Biología de la Universidad de Carabobo; Carlos Lozada (24 años), estudiante de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela; Ramsés Guerra (26 años), dirigente juvenil de Primero Justicia en el estado Bolívar y estudiante de Ingeniería de Sistemas, más Alfredo Romero, uno de los abogados de los huelguistas y miembro del Foro Penal Venezolano, quien ratificó que este ayuno fue todo un éxito, pues "es la primera vez en 10 años que una misión de la OEA se acerca al país para revisar las violaciones de los derechos humanos. Lo que lograron los estudiantes es algo realmente importante. Los jóvenes sobrepasaron la barrera represiva que el gobierno intenta imponer. Los estudiantes dieron uno de los pasos más determinantes por la causa de los presos y perseguidos políticos".
Julio Rivas: - La juventud no pide permiso, si acaso pide perdón.
-El pasado martes hubo una ambivalencia de sentimientos dentro del movimiento estudiantil. Por un lado, Javu consiguió que la OEA no ignorara las violaciones al estado de derecho del país, luego de que sus miembros se sometieran a un ayuno que duró 456 horas, pero también hubo una baja. El estudiante de la Universidad Experimental del Táchira Jesús Eduardo Ramírez salió de su hogar a protestar contra la ineficacia del gobierno, específicamente por la crisis de la luz eléctrica, y por la confrontación política murió. ¿Cómo manejan estas situaciones?
Julio Rivas: - Conseguimos una victoria entre comillas. Por primera vez en muchos años en el país logramos que una comisión de la OEA viniera para acá por el tema de los derechos humanos, la cual recibió nuestras denuncias. Fue una victoria empeñada con la muerte de Jesús. Entregando las denuncias de la OEA y en ese mismo día (martes 8 de diciembre) murió este compañero; es fuerte. Estamos consternados con esta situación; esto nos indicó que estamos llevando una lucha que vale la pena. Al mismo tiempo estamos molestos con la respuesta del gobierno sobre este tema, que ha responsabilizado al movimiento estudiantil de este deceso. Ahora somos culpables por salir a protestar legítimamente por el agua, la luz. Estamos consternados de verdad; la victoria no fue una alegría, porque apenas de haber conquistado el objetivo, nos encontramos con la muerte de un compañero, que se convirtió en un resorte que nos tiene trabajando a todos los movimientos estudiantiles del país.
María Fernanda Isaac: - Estamos muy tristes, porque este muchacho nos recibió en la gira del estado Táchira, y saber que estamos perdiendo el futuro del país en manos de la protesta es duro. Todo esto ratifica nuestra pelea, por eso es que nosotros estamos luchando, nos da más fuerza para impedir que sigan pasando estos hechos.
-¿Cuál es el cronograma de trabajo de este sector del movimiento estudiantil de diciembre 2009 a enero 2010?
Julio Rivas: - En lo que respeta al movimiento estudiantil en general no pudiera decirte; sería irresponsable que mencione que tenemos un cronograma al día de hoy, o de una unidad general; pero sí estamos reuniéndonos con varios presidentes de federaciones estudiantiles del área metropolitana de Caracas, ya saldrán varias comisiones para las regiones. Estamos conversando con Vilcar Fernández (vicepresidente de FCU de la Universidad de Los Andes); Marco Aurelio Quiñones (secretario de Finanzas de la FCU-Universidad Central de Venezuela); Eduardo Uzcátegui (presidente de la FCU de la Universidad de Carabobo), entre otros dirigentes estudiantiles y juveniles, para generar una agenda de trabajo. Ahora como Javu, nosotros vamos a estar dedicados a seguir hablando sobre los derechos humanos y preparando la plataforma para el informe de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Cidh) que será en enero de 2010.
-¿Cual es el balance definitivo de la huelga de hambre?
Julio Rivas:- Yo sé que mucha gente dice que no vino la comisión de la Cidh y que entonces no se cumplió el objetivo, pero sí logramos lo que queríamos. Por supuesto, deseamos que venga la Cidh porque es el ente encargado de la OEA para velar por los derechos humanos, pero debido a las trabas gubernamentales en el pasado jueves 26 de noviembre le enviamos una carta a José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, amparándonos en la Carta Interamericana, y logramos la visita de una comisión de dicha institución. Ahora bien, ¿cuáles fueron los logros de esta visita? Vino una comisión de alto nivel, aunque el personero del oficialismo, Mario Silva, que no es un ministro ni nada, dijo que era mentira. Le cuento que vino una comisión oficial, de alto nivel. La señora Antonia Urriola es una representante de la OEA del más alto rango de derechos humanos; está de paso avalada por la Cidh y es asistente del Secretario General; asistió también el secretario político de la organización, Rodrigo Zubieta; y un médico residente de la misma, Rodrigo Hurtado, quien verificó el estado de salud de los huelguistas, chequeó los informes emitidos por la Federación Médica Venezolana, la Cruz Roja y la Defensa Civil. Observó los daños a nuestros cuerpos y comprobó que nuestra huelga de hambre fue seria, que cumplió con todos los parámetros. Nuestros cuerpos están débiles. Yo estoy desnutrido, tengo la masa corporal en 19, me mandaron a comer 6 veces al día. Soy uno de los menos afectados. Tengo compañeros del estado Carabobo con daños permanentes en los riñones, Ulises Rojas y Joselyn Leal; tengo compañeros que quedaron con hipertensión permanente y otro sufrió un preinfarto. Estos jóvenes estaban sanos y ahora tendrán que vivir con eso para toda la vida. Yo nunca llamo a los jóvenes a que se hagan daño, nosotros pensaremos mil veces antes de volver a hacer una huelga de hambre, pero fue el mecanismo que tuvimos que ejercer porque la situación es grave. Prueba de eso es la muerte de un estudiante en el estado Táchira, todo debido al clima de violencia y violación de derechos humanos.
-¿Es cierto que la última acción que iba a ejercer Javu era la huelga de hambre porque habían agotado ya otras formas de protesta? Por favor, dame un recorrido de las instancias previas que realizaron antes de llegar al ayuno.
Julio Rivas: - Te comento que desde 2007 hasta 2009 nosotros como movimiento estudiantil, sin contar lo que ha hecho la sociedad civil, convocamos a marchas, generamos una visita a la Asamblea Nacional (AN), fuimos a los ministerios para dialogar, recorrimos el país buscando al presidente Chávez, ejercimos medidas de protesta no violentas, realizamos jornadas defendiendo la libertad de expresión y en pro de la Constitución. Fuimos a Washington (Estados Unidos), llevamos los expedientes a la OEA, pero no tuvimos una respuesta clara de los organismos internacionales. No sabíamos qué más hacer. ¿Otra marcha? La repetimos al terminar la primera huelga de hambre, tratamos de llegar a la Cancillería, pero no tuvimos respuesta de ellos, sino descalificaciones. Tratamos de ir a la AN otra vez y pedir un derecho de palabra, pero el gobierno no lo dio. No quedó más remedio que practicar el ayuno. A la vista de todos, lo que sí logramos luego de esta huelga es que vamos a tener la visita de Insulza en enero de 2010. Los jóvenes, estudiantes y huelguistas estamos seguros de que abrimos las puertas para que otros sectores del país participen en una reunión con la OEA y le den sus denuncias. Queremos llevar a Insulza a un hospital, a una cárcel; sabemos que esas crisis el gobierno no las puede tapar tan fácilmente.
-¿Nos pueden hablar detalladamente de todas las denuncias que le consignaron a la comisión liderada por Antonia Urriola?
Julio Rivas: - Le entregamos específicamente lo relacionado a los casos de persecución política, le dimos un balance detallado y quedamos con el compromiso de ofrecerle a la embajada de la OEA en Venezuela algún material sobre la crisis hospitalaria, carcelaria y de seguridad del país. Sobre este tema, así como murió Ramírez por razones políticas, también recientemente murieron dos estudiantes de la Universidad Metropolitana debido a la inseguridad; uno de ellos falleció luego de salir de un juego Caracas-Magallanes y al otro universitario le arrebataron su vida por un celular. En la última quincena, grupos armados robaron a estudiantes de Odontología de la Universidad Santa María y de Medicina de la UCV sus equipos de trabajo.
De acuerdo al análisis del movimiento estudiantil, al menos cada semana muere un estudiante por la inseguridad y violencia, lo cual es una clara violación a los derechos humanos por la omisión del gobierno. Vemos con preocupación ahora cómo el ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, nos responsabiliza de la muerte de Ramírez Bello y aún este ministro no asume su culpa por las muertes a manos del hampa que suceden en el país.
Las 300 personas que fallecen semanalmente en Venezuela se debe a la omisión e incapacidad del gobierno que no da respuesta al pueblo sobre la inseguridad, y por ende le viola sus derechos humanos. Todo esto se lo contamos a la OEA.
-¿Qué piensan cuando el gobierno nada más le dio un permiso de menos de 24 horas a la delegación de la OEA para que estuviera en el país?
Julio Rivas: - Este fue un permiso forzado. Cuando los delegados hablaron con nosotros sintieron la presión del gobierno. La excusa gubernamental para que no entre en el país la Cidh es que Santiago Cantón es su secretario ejecutivo, pero ¿quién es la presidenta de la Cidh? Una venezolana, representante de la administración nacional, Luz Patricia Mejías. Esta señora llegó a hablar con la OEA y ella sí puede hacer presencia. Estas son las contradicciones del gobierno. Si éste es un gobierno democrático, que respeta supuestamente los derechos, ¿por qué pone tantas trabas? Vemos por otro lado que Micheletti con la tensa situación en Honduras sí permitió la presencia de la Cidh. La presidenta de la Cidh es chavista. Mejías se fue a condenar a Micheletti, él recibió su regaño y ése es un gobierno de facto, dictatorial, matón, pero aquí que hay democracia, que estamos en una revolución humanitaria, entonces no deja que venga la Cidh; de paso, el relator para Venezuela es un brasileño, Sérgio Pinheiro. Si Brasil tiene tan buenas relaciones con Venezuela, ¿cuál es el miedo? Si aquí supuestamente no sucede nada.
-¿Confían en la OEA?
Julio Rivas: - La OEA nos garantizó una misión oficial. El Secretario está comprometido con el país. Nuestro contacto con él siempre fue muy personal. Ha sido muy atento y abierto con los estudiantes. El último comunicado salió por interés de él. Nunca violaría esa confianza, fueron muchos correos buscando soluciones. Cuando comenzó la Cumbre de Estoril (Portugal), el gobierno venezolano le dijo que la OEA les estaba dando alas a los estudiantes, pero no es una concesión; es nuestro derecho como ciudadanos.
María Fernanda Isaac: - La OEA no es ajena a Venezuela; en los últimos dos años sacó un capítulo sobre las violaciones que aquí ocurrieron, las cuales dependen de la política del gobierno.
-¿Qué representa el informe que saldrá en enero sobre Venezuela?
Carlos Lozada: - Será un duro golpe para el gobierno. Quedarán en evidencia los casos de los inhabilitados políticos, presos políticos, se verá el incumplimiento del artículo 8 de la Carta Interamericana que dice que los tribunales deben ser basados en la ley y no bajo los regímenes gubernamentales; quedará expuesto que los Poderes están bajo la voz de mando del Presidente. Estamos en una monarquía, donde hay crisis de seguridad, servicios públicos, de la propiedad privada. Quedará de manifiesto que de las 2.500 personas que están en régimen de presentación ante tribunales por protestar, 250 son estudiantes. -¿Tienen alguna reflexión final?
Ramsés Guerra: - Algunos pensarán que fue un show esta huelga de hambre, pero según el último sondeo de Datanalisis, 79,9% apoyaron esta acción. Somos un factor de respeto, la juventud no va a cometer el mismo error del pasado; nos estamos formando para asumir las responsabilidades que exige Venezuela.
Los cuatro jóvenes relatan sus miedos y satisfacciones durante la huelga de hambre
"Sentíamos que nadie nos escuchaba"
Jesús Castro
Horas después de abandonar su cese voluntario de ingesta de alimentos y sentarse junto a los periodistas de Notitarde para medio probar un desayuno al cual se les invitó, cuatro de los jóvenes que participaron en la manifestación dejaron aflorar sus dudas, miedos, alegrías y conclusiones optimistas nacidas durante esas 456 horas que transcurrieron acostados frente a la sede caraqueña de la OEA.
Las preguntas fueron similares para los cuatro: ¿Qué pasó al momento de tomar la decisión de embarcarse en la protesta? y ¿cómo transcurrieron esos días y noches?, hasta que la comisión de la multilateral "los liberó".
María Fernanda Isaac, estudiante de Biología en la UC, señaló que ya provenía de una huelga anterior, por lo cual el inicio no fue tan complicado; incluso dijo que se lo comunicó a su mamá mediante una carta que le dejó en la cama el propio día de unirse a la huelga. Al recordar su paso por la huelga dijo que "después del séptimo día sentíamos que nadie nos escuchaba".
Señaló que al principio la familia deseaba ir a buscarla y sacarla de la huelga, pero días después la apoyaron, e incluso estuvieron junto a ella por muchas horas.
Aclara que con el transcurrir de las jornadas, la actividad se endurecía, no sólo porque no existía la ingesta de alimentos, sino porque resultaba "muy duro ver a tus compañeros siendo retirados uno tras otro en camilla por estar descompensados".
Ramsés Guerra, estudiante de Ingeniería de Sistemas en Puerto Ordaz y padre de un hijo, destacó que al inicio hubo roces con familiares, pero sobre todo con miembros de su partido (Primero Justicia), quienes le aconsejaban no sumarse a la huelga, llamado que no oyó.
Durante sus días sin comer su familia observó "que sí había posibilidad de triunfar" y le brindó total apoyo.
Ahora, con su logro a la espalda, Ramsés sonríe y señala: "he recibido más disculpas que felicitaciones" por parte de esos políticos que no creyeron en la huelga de hambre.
Otra cara de la moneda se presenta al tantear a Julio César Rivas, TSU en Mercadeo, receptor de gran despliegue mediático por haber sido apresado con anterioridad por participar en una marcha contra la LOE.
Rivas señaló que la huelga de hambre no surgió en forma intempestiva, sino que fue la conclusión de diversas protestas no escuchadas y que se fue sustentando gracias al apoyo de representantes de 12 estados del país.
Comenta el joven que durante la manifestación debió emplear mucha fuerza interna, porque las jornadas se volvían cada día más fuertes.
Pero con el paso de los días notó que la llamada sociedad civil les brindaba un gran apoyo, lo cual lo confortaba; no así lo que expresaban sectores políticos, los cuales, a juicio de Rivas, los ignoraron por completo.
Carlos Javier Lozada, estudiante de Filosofía de la UCV, señaló que el apoyo familiar en su caso fue contundente, aunque no dejó de existir en un inicio mucha preocupación por parte de su madre. Y en la actualidad le dijeron estar orgullosos por haberse integrado a esa manifestación.
Acotó que, durante las horas sin comer, mucho soporte moral le ofreció su familia, la mayoría proveniente de Trujillo, que en todo momento le demostró estar junto a él.
Estas fueron sólo cuatro visiones de decenas que participaron en la huelga, algunos de ellos con problemas irreversibles de salud, a quienes sus compañeros nunca dejaron de recordar durante sus declaraciones a Notitarde.
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