miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pasó la muerte...

Rafael Muci-Mendoza

Publicado en el Diario El Universal de Caracas, Página de Opinión 1:11, delsábado 6 de septiembre de 2008.

Cuenta la leyenda warao que cuando los animales hablaban, el cacique previno: Esta noche la muerte pasará. No durmáis. A su llamado nadie debe responder. Al filo de la media noche todo estaba en el más profundo silencio. Se oyó una voz. Nadie respondió… excepto uno que estaba dormido. Despertó sobresaltado y contestó a la voz. Era, en efecto, la llamada de la muerte y su inexorable sentencia. Desde entonces, los indios comenzaron a morir... ¿Qué importa –entonces- que un indio muera? De muerte y privación está llena su historia. Menos importará la causa. Más interesará acallar al dedo que señala y acusa. Confundir, negar e ignorar. No fueron vampiros rabiosos. Nunca se sabrá si hubo una autopsia, si será falseada, si habrá una verdad en medio de ese torbellino de mentiras en que se ha trocado el ministerio de salud, pues Chávez y su comportamiento corruptor, ha abierto mil vías a la tentación de prostituirse. Tal vez se merecen su hado –pensarán-, porque a esta milenaria etnia de los ríos, del "lugar donde remamos", se les antojó tomar agua sucia del río que los acuna y les da sustento... Mirando las decidoras fotos de los diarios se percibe el temprano avejentamiento que la maternidad y la miseria habitual imprime sobre el cuerpo de nuestras indias, azotadas de modo tan brutal por la vida. La experiencia de calcular sus edades antes de preguntárselo, resultará en que son 10 ó 15 años más jóvenes de lo que en realidad aparentan. No importa pues la autenticidad profunda que da el dolor para que sus quejas sean banalizadas, pues en nuestro país la injusticia social se trocó en malsana habitud; pero por todas las cosas agrias y malas que nos han dado y hemos aceptado arrellanados, no pueden quitarnos el deseo de algún día no verlos más…
rafael@muci.com

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