lunes, 11 de agosto de 2008

Saul Godoy Gómez // Momentum Catastrophicum

Ese fue el nombre de uno de los libros de Pío Baroja que publicó en 1919 y que recogía con voz precisa la situación política de la España de la época, un título que describe con acierto lo que se le viene encima al proyecto socialista chavista bolivariano, ya moribundo y de salida. El error que mató a la revolución fue presentarla como democrática y participativa cuando en realidad no lo era, fue un engaño infantil y sumamente costoso para todos los venezolanos pretender imponernos la voluntad de un solo hombre, de querer hacer con nosotros un experimento de una Venezuela que solo existía en la mente retorcida del teniente coronel, mitad fantasía socialista, mitad sueño de un Beau Geste tropical, una utopía malaza y primitiva para un pueblo inteligente y trabajador como el nuestro. Lamentablemente mucha gente presa de ilusiones, sentimientos y la necesidad de un cambio compró al hombre y sus promesas y así fue como empezó nuestro calvario que ya lleva diez años. El súper ego del paracaidista solo pudo atraer la escoria y lo peor de nuestra idiosincrasia y el gobierno se llenó de incapaces y vividores, el resultado solo podía ser uno, corrupción como nunca la había vivido el país en su historia, una corrupción que impidieron obras, avances, buenos servicios, paz social y progreso, a pesar de la botija llena de dinero. El odio social y el resentimiento permitió terribles injusticias que al final lo pagaba el pobre pueblo, hasta que el pobre pueblo se hartó, es por eso que Chávez ya no cuenta sino una constante y oprobiosa campaña mediática, una ofensiva propagandística como solo una chequera petrolera puede comprar, en esta hora menguada el gobierno trata de hacerse el popular, el gran justiciero, que ya no puede sostenerlo sin que alguien suelte una carcajada, y de gobierno pacifista, democrático y respetuoso del orden, que ya es cinismo ante las evidencias y procesos que se acumulan en su contra por violador de derechos humanos y bandolero.
Su gobierno (que no es el gobierno de los venezolanos), incluyendo sus poderes públicos (que no son públicos) con cada día que pasa, lo que hacen es cavar su propia tumba, tomando decisiones que intentan imponer la revolución que nunca fue, pero en realidad son agujas que se clavan en el muñeco rojo rojito y que se retuerce en espasmos ante la furia contenida de los venezolanos.
La farsa ya tiene un final, en noviembre, sea este electoral o no, el chavismo se acabó, la debacle será monumental. En el poco tiempo que les queda todavía pueden hacer varias cosas, por un lado, pueden profundizar la crisis y patear la mesa, eso es suicidio. O pueden recoger velas, contarse, irse a las duchas y hacer un control de daños, el desgaste es demasiado para que pretendan continuar como si nada hubiera pasado, si fueran inteligentes (que no lo son) verían una oportunidad dentro de la catástrofe y se prepararían para la transición, tratando de recuperar el prestigio perdido y preparándose para cuando se abra la próxima ventana de oportunidad política. Pero Chávez está dispuesto a la autoinmolación, no ve el mañana sin él, y como Hitler, enviará a la muerte política a todos sus seguidores, sin consulta. Chávez tiene una carga demasiado negativa para poder seguir siendo el líder de los socialistas en esta etapa final, sería insensato poner todos los huevos en esa canasta, ya no hay una segunda oportunidad, ¿Qué sería lo sensato? Pues según yo lo veo, si lograran desligar a Chávez de las decisiones del PSUV, si el líder le bajara el tono a sus pretensiones de querer meterle al país el socialismo a la fuerza, si en estos meses desactivara todas las trampas que le tiene montada a la oposición y al país, si desistiera de su obligación de ser el financista del tercer mundo, si pudiera callarse y en su lugar escuchar, creo que tendría una pequeña pero muy buena oportunidad de continuar en la política… pero como todos sabemos, este cubano-venezolano prefiere el papel de un tahúr como su adorado Fidel, y que su fijación a esa ideología chatarra que es el socialismo es superior a la capacidad de sus neuronas, debemos estar preparados para comernos a los chavistas vuelta y vuelta, sin cuchillo y tenedor, con las manos… para luego ir al baño y dejarlos solo como un hediondo recuerdo.
percival367@yahoo.com

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