jueves, 7 de agosto de 2008

Santiago E. Fontiveros // El laboratorio de la unidad

La unidad se ha transformado en un tema prioritario para la oposición, y su más renombrado laboratorio es ahora las postulaciones para la Alcaldía de Chacao. Notablemente tres candidatos y cuatro actores políticos no logran renunciar en beneficio de uno solo que, en apariencia o realidad, aglutine a la masa opositora.
Ellos son los candidatos Ramón Muchacho, Liliana Hernández y Emilio Graterón, y el cuarto actor político sería Leopoldo López. Vale inquirir, desinteresadamente, en dos aristas sobre si debe o no haber unidad antes de analizar tal coyuntura política.


La primera es cuál es el propósito de tal unidad y la segunda, quizás más pragmática, cómo debería realizarse tal unidad.
La primera pregunta es verdaderamente fundamental. La oposición busca, desenfrenada, candidaturas únicas con verdaderamente un solo objetivo- que los votos "anti-Chávez" no se diluyan entre varios candidatos opositores abriendo la brecha para un posible ganador oficialista. Esa ha sido fundamentalmente la estrategia política de todas las elecciones y fue jocosamente patente en la candidatura de Manuel Rosales; cuyos postulados eran, palabras más palabras menos, cuasi hermanos de los de Hugo Chávez en una pugna por coronarse como el mejor repartidor de la riqueza petrolera.


En esencia era un discurso sumamente parecido, con la salvedad de que, para la oposición Rosales no es Chávez y que para los oficialistas Rosales no es Chávez. Eso se llama la política del personalismo, enfermedad venezolana epidémica.
La unidad se busca como una estrategia para contrarrestar la unidad del oficialismo.


Pero la unidad del oficialismo es mucho más compleja y se basa, creo, en cuatro pilares fundamentales: el proyecto socialista, la figura de Hugo Chávez, el poder del dinero y el odio a la oposición.


La unidad opositora se basa sólo en un pilar, el miedo a Chávez. Creo que es por eso que tiene tan poco efecto entre los factores políticos y entre la gente. Si el propósito de la unidad es tan frágil como un simple miedo a Chávez sin más sustancia, entonces el cómo lograr la unidad es más un tema de carpintería que de verdadero impacto.


El problema con el acuerdo del 23 de Enero y los candidatos a Chacao no es realmente un tema del cómo se quiere elegir la candidatura única sino un tema de por qué debería haber una candidatura única. Como la respuesta es simplemente ganarle a Chávez, muchos de ellos ven sin sentido tal proposición aun y cuando es de clamor general.
Sería más bondadoso para el país, siente quien suscribe, que buscáramos el mejor candidato, aún so pena de perder ciertos municipios y gobernaciones.


Sería mejor tener uno o dos municipios que fueran ejemplos para todo el país, con las mejores candidaturas, que lograr capitalizar en muchísimas gobernaciones y alcaldías y que nuestro desempeño sea mediocre.


Eso sí es oxígeno para Chávez. Total, la unidad no es una fórmula de laboratorio.
Fontiverossantiago@gmail.comhttp://www.estudiantesporlalibertad.com/

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