Rafael Eduardo Abreu // Ucevista
Somos un país que académicamente se ha visto obligado a andar de prisa, para ganar el tiempo perdido y realizar lo que otras naciones pudieron lograr mucho antes que la nuestra, prueba de esto es que nuestra Institución universitaria (UCV) nace 621 años después que la casi milenaria Universidad de Bologna en Italia.
Recientemente se han incorporado nuevas autoridades rectorales a la ilustre Universidad Central, con una gran serie de retos por cumplir entre los cuales se destaca el grave problema social de inseguridad que se vive internamente en la misma, que carcome la tranquilidad de quienes acudimos a formarnos profesionalmente tanto a nivel de pregrado como de postgrado.
Otro gran reto es la ansiada restauración de la flamante infraestructura física que constituye un ejemplo de los más altos ideales de urbanismo, arquitectura y arte moderno gracias a uno de sus principales creadores CARLOS RAÚL VILLANUEVA.
Ahora bien, no deben olvidarse otros objetivos fundamentales como la renovación de las estructuras internas que permitan ponerla a tono con la realidad política venezolana, también promover la creación de nuevas carreras, trabajar arduamente para la obtención de un mayor presupuesto que ayuden a enfrentar la gran cantidad de necesidades, a fin de colocar nuestra casa de estudios en la digna posición que ocupó hace muchos años.
Sin olvidar, el concepto integral por el cual anteriormente se luchaba y que hoy en día es defendido en aras de cumplir esos objetivos perfectamente definidos como lo son el profesional, porque prepara los hombres y mujeres que esta nación en gran parte necesita; cultural, ya que sirve de centro recreativo y de difusión de la misma; científica, en búsqueda de la verdad para el desarrollo de los instrumentos esenciales; y social, porque reafirma la indiscutible tesis de que nuestra Universidad y el destino nacional se encuentran indisolublemente unidos.
Siendo que, la autonomía universitaria es una premisa indispensable para el desarrollo y funcionamiento de esta institución constituyendo el sistema que mejor protege la libertad académica, los aportes económicos a la misma no deben frustrar el cumplimiento de tan altos fines universitarios, enfatizando arduamente en el hecho de que quienes le nieguen estos derechos a la Universidad atentan gravemente al derecho que tiene Venezuela a su porvenir histórico y al mejoramiento colectivo.
Por otra parte, en la nueva dirección universitaria debe privar un espíritu consustanciado con la realidad que se vive, así como también en la elevación de sus niveles de rendimiento científico y humanístico que se correspondan con las grandes necesidades del país (seguridad ciudadana, educación, cultura, deportes, empleo, seguridad social, salud, entre otras). Mantener la condición fundamental como centro de libertad de pensamiento que ayude a la conservación de un clima de convivencia democrática interno, no tanto por convicción ideológica sino más bien por estar persuadidos de que tal clima contribuye al logro de los fines propios universitarios.
Por lo tanto, siendo que la UCV se encuentre vinculada con las diversas manifestaciones de la realidad nacional, los propósitos prejuiciosos de sustraerla de esa gran realidad, esconde designios contrarios a la esencia democrática de la Institución y a los anhelos de todos los venezolanos.
En la Universidad la nación no gasta, sino que invierte, pues una universidad justa y suficientemente asistida en el plano económico y funcional es el organismo adecuado para vencer nuestro atraso… JESÚS MARÍA BIANCO, ex rector ucevista.
AbogadoEstudiante de la Especialización Ciencias Penales y Criminológicas UCVRafaeleduardo191@hotmail.com
Somos un país que académicamente se ha visto obligado a andar de prisa, para ganar el tiempo perdido y realizar lo que otras naciones pudieron lograr mucho antes que la nuestra, prueba de esto es que nuestra Institución universitaria (UCV) nace 621 años después que la casi milenaria Universidad de Bologna en Italia.
Recientemente se han incorporado nuevas autoridades rectorales a la ilustre Universidad Central, con una gran serie de retos por cumplir entre los cuales se destaca el grave problema social de inseguridad que se vive internamente en la misma, que carcome la tranquilidad de quienes acudimos a formarnos profesionalmente tanto a nivel de pregrado como de postgrado.
Otro gran reto es la ansiada restauración de la flamante infraestructura física que constituye un ejemplo de los más altos ideales de urbanismo, arquitectura y arte moderno gracias a uno de sus principales creadores CARLOS RAÚL VILLANUEVA.
Ahora bien, no deben olvidarse otros objetivos fundamentales como la renovación de las estructuras internas que permitan ponerla a tono con la realidad política venezolana, también promover la creación de nuevas carreras, trabajar arduamente para la obtención de un mayor presupuesto que ayuden a enfrentar la gran cantidad de necesidades, a fin de colocar nuestra casa de estudios en la digna posición que ocupó hace muchos años.
Sin olvidar, el concepto integral por el cual anteriormente se luchaba y que hoy en día es defendido en aras de cumplir esos objetivos perfectamente definidos como lo son el profesional, porque prepara los hombres y mujeres que esta nación en gran parte necesita; cultural, ya que sirve de centro recreativo y de difusión de la misma; científica, en búsqueda de la verdad para el desarrollo de los instrumentos esenciales; y social, porque reafirma la indiscutible tesis de que nuestra Universidad y el destino nacional se encuentran indisolublemente unidos.
Siendo que, la autonomía universitaria es una premisa indispensable para el desarrollo y funcionamiento de esta institución constituyendo el sistema que mejor protege la libertad académica, los aportes económicos a la misma no deben frustrar el cumplimiento de tan altos fines universitarios, enfatizando arduamente en el hecho de que quienes le nieguen estos derechos a la Universidad atentan gravemente al derecho que tiene Venezuela a su porvenir histórico y al mejoramiento colectivo.
Por otra parte, en la nueva dirección universitaria debe privar un espíritu consustanciado con la realidad que se vive, así como también en la elevación de sus niveles de rendimiento científico y humanístico que se correspondan con las grandes necesidades del país (seguridad ciudadana, educación, cultura, deportes, empleo, seguridad social, salud, entre otras). Mantener la condición fundamental como centro de libertad de pensamiento que ayude a la conservación de un clima de convivencia democrática interno, no tanto por convicción ideológica sino más bien por estar persuadidos de que tal clima contribuye al logro de los fines propios universitarios.
Por lo tanto, siendo que la UCV se encuentre vinculada con las diversas manifestaciones de la realidad nacional, los propósitos prejuiciosos de sustraerla de esa gran realidad, esconde designios contrarios a la esencia democrática de la Institución y a los anhelos de todos los venezolanos.
En la Universidad la nación no gasta, sino que invierte, pues una universidad justa y suficientemente asistida en el plano económico y funcional es el organismo adecuado para vencer nuestro atraso… JESÚS MARÍA BIANCO, ex rector ucevista.
AbogadoEstudiante de la Especialización Ciencias Penales y Criminológicas UCVRafaeleduardo191@hotmail.com
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