martes, 12 de enero de 2010

Yon Goicoechea // No improvisar

La devaluación es una prueba a nuestra claridad de objetivos
Hace poco leí un extracto de una misiva, en la que su hermana le preguntaba al Libertador: "ahora que destruiste el país para independizarlo, ¿no tienes ninguna idea para reconstruirlo?" Y aunque el padre de la patria tenía muy buenas ideas, en realidad no pudo reconstruir la sociedad luego de la guerra, he allí la prueba histórica de lo complicado que "desfacer entuertos", como diría Don Quijote.

Me pregunto si nos alcanzará la vida para reconstruir lo que se ha destruido en los últimos 30 años en nuestro país. En términos económicos, no tengo duda de que lo haremos, Venezuela es muy noble en ese sentido. Pero la reconstrucción social, sanar las heridas políticas y la depuración del Estado, es algo que puede tardar muchas décadas.

Lo cierto es que cada vez se hace más grave el daño, el Gobierno nos está robando el futuro. La perversión del Estado es algo de magnitudes históricas. Actualmente, las mafias gobiernan más que el propio Presidente, dudo sinceramente que éste o cualquier otro representante del Estado pueda acabar con la delincuencia organizada, el narcotráfico, la infiltración de la guerrilla y los cubanos en las Fuerza Armadas, la minería ilegal en la Amazonía, etc. Nos convertimos en la Colombia de los 90 y no nos dimos cuenta.

Es por esto que tenemos que administrar muy bien nuestras acciones, porque cualquier paso en falso nos puede hacer caer más hondo. La devaluación anunciada ha generado una suerte de desesperación que no es favorable a nuestros objetivos. El camino no se acaba hoy y hay que mantener el foco en los avances concretos y medibles que podemos lograr. Este año, esos avances son de dos tipos: 1. De organización social, fortaleciendo las organizaciones civiles y políticas. 2. Electorales, conquistando la pluralidad del Parlamento.

Hay quien dice que esto es insuficiente, pero "no por mucho madrugar amanece más temprano". La devaluación es una prueba a nuestra claridad de objetivos, si nos desesperamos perdemos todo.

yon.goicoechea@gmail.com

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