lunes, 26 de julio de 2010

Miguel Bahachille M. // ¡Enemigos!

Representantes de las diversas tendencias religiosas del país como el Cardenal, obispos, predicadores, rabinos y evangélicos, entre otros, se han convertido en blanco de la roñosa campaña de quienes fungen de ductores de nuestras instituciones estatales. La Asamblea, TSJ y el mal llamado "Poder Moral" no se hacen esperar para sumarse al coro de contumeliosos que repiten las tosquedades de Chávez. Los religiosos engrosan la ya gruesa camada de ¡ENEMIGOS! apócrifos.

El ámbito educativo tradicional no corre mejor suerte. Universidades autónomas, públicas y privadas, liceos y colegios particulares de excelente trayectoria, son permanentemente hostigados por fanáticos que desprecian no sólo la excelencia académica sino que se inscriben en la corriente de degradación instruccional que apuntala "modelos educativos" inventados al ritmo de la emergencia requerida por el socialismo rancio de Chávez. ¡ENEMIGOS!

Poco que agregar sobre las industrias básicas. La eficiencia de la empresa petrolera erigida a lo largo de varias generaciones fue echada abajo por Chávez de un solo plumazo. Más de 20.000 expertos fueron cesanteados y ahora la industria ocupa el lugar N° 57 en vez los primeros puestos que ocupaba hasta hace poco. Igual ocurre con las metalúrgicas. De exportadores de acero y aluminio hemos pasado a importadores forzosos. Los regentes eficientes que fueron sustituidos por politiqueros sin control, al igual que los anteriores de las industrias de energía eléctrica, ya son ¡ENEMIGOS!

El espacio bancario incluyendo casas de bolsa, con todas sus rémoras, se había desarrollado al ritmo de los países más avanzados. La red financiera modernizada extendió sus servicios a todos los rincones del país incorporando a los sectores más desasistidos. Hoy muchos de sus directivos, acusados por lo decir lo menos de apátridas y explotadores, están sometidos al albur de la buena o mala vena del presidente. Las entidades nacionalizadas o confiscadas a capricho les tocó la mala vena. Ya veremos qué pasa con "los otros". ¡TODOS ENEMIGOS!

La industria de la construcción, sin duda, ha sido el eje principal del ascenso social ocurrido a partir del segundo tercio del siglo XX. Su espectro multiplicador propició el nacimiento de industrias conexas como siderúrgicas, vidrios, cemento, transporte, cerámicas, alfarerías, maquinarias, tuberías, cables y, fundamentalmente, avanzadas técnicas de construcción. El actual régimen, inepto y botarate, no sólo ha fracasado en su intento de construir sino que confisca y liquida las edificadas por otros; a los ¡ENEMIGOS!

Capítulo aparte ocurre con los medios de comunicación. El régimen dispone de más de 700 medios que incluyen radio, TV y prensa. Sin embargo, cualquier emisora privada, sin excepción, que ose reflejar los conflictos derivados de la mala administración del gobierno es calificada de reluctante ¡ENEMIGA!

Pero hay más. También pululan países bajo sospecha: Estados Unidos, Inglaterra, Perú, Colombia, Méjico, Países Bajos, Israel, Holanda, Honduras, España, El Vaticano, sin contar las "escaramuzas" con uno que otro "traidor" antirrevolucionario. ¡ENEMIGOS!

Es imposible tutelar un país, desarrollado o no, si el Presidente (el que preside) inventa a capricho, no por interés colectivo, una multiplicidad de insumisos. Los líderes dogmáticamente democráticos se esmeran por conciliar; no por pugnar y descalificar. Chávez no ha perdido su halito soldadesco sectario y, después de 11 años, poco ha asimilado del mundo civil. No le importa la ruina del país. El 26 de septiembre es una excelente ocasión para que el mundo civilista envíe un mensaje claro y comenzar a hablar de un país de ¡AMIGOS!



miguelbm@telcel.net.ve

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