Opinión:
A miembros de AMIGOS DE TEODORO PETKOFF
Richard Casanova El 08 de octubre a las 6:56 Por Richard Casanova
La primera victoria ha sido contundente y por más que el oficialismo intente descalificarla, es un ostensible triunfo del movimiento estudiantil: la liberación de Julio Rivas, el reconocimiento de la OEA a los estudiantes y la evidencia colocada ante el mundo de que en Venezuela se violan los Derechos Humanos y que para ocultarlo, el régimen ha negado “desde hace años” el ingreso de la CIDH al país. Lo más importante es que se reivindica el derecho a la protesta, el movimiento estudiantil sale fortalecido y junto a él, las fuerzas democráticas. El gobierno sale duramente golpeado en su legitimidad e imagen internacional, los presos políticos se le han convertido en una “papa caliente” y se le complicará seriamente el cierre de medios de comunicación y todo ese plan autoritario que tiene en mente el Teniente Coronel.
Nos sentimos orgullosos de ese movimiento estudiantil: auténtico, comprometido, valiente e inspirador. Seguramente el gobierno persistirá tercamente en subestimar todo, nada nuevo: descalificar a los que piensan distinto e insultar a los que legítimamente lo adversan. Desafortunadamente para el Teniente Coronel, el país tiene más de 10 años oyendo el mismo cuento y ve con optimismo el surgimiento de un liderazgo emergente.
La otra victoria es menos visible. La Plancha 1 logró colocar a 7 miembros en la Directiva de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), incluyendo a José Bodas en la Secretaría General. Una campaña austera de la Plancha 1, casi sin propaganda, cara a cara, terminó por aguarle la fiesta al gobierno, quien aspiraba arrasar con la Plancha 7, cosa que fue imposible pese al obsceno uso de recursos públicos, las amenazas y el chantaje. La plancha gobiernera apenas obtiene el 54% de los votos y pierde la Secretaría General de la FUTPV, algo que luce como una derrota si recordamos que el Teniente Coronel despidió a más de 18.000 trabajadores “escuálidos” de la industria petrolera e ingresó cerca de 40.000 compatriotas afectos al “proceso”: era como para arrasar.
Richard Casanova El 08 de octubre a las 6:56 Por Richard Casanova
La primera victoria ha sido contundente y por más que el oficialismo intente descalificarla, es un ostensible triunfo del movimiento estudiantil: la liberación de Julio Rivas, el reconocimiento de la OEA a los estudiantes y la evidencia colocada ante el mundo de que en Venezuela se violan los Derechos Humanos y que para ocultarlo, el régimen ha negado “desde hace años” el ingreso de la CIDH al país. Lo más importante es que se reivindica el derecho a la protesta, el movimiento estudiantil sale fortalecido y junto a él, las fuerzas democráticas. El gobierno sale duramente golpeado en su legitimidad e imagen internacional, los presos políticos se le han convertido en una “papa caliente” y se le complicará seriamente el cierre de medios de comunicación y todo ese plan autoritario que tiene en mente el Teniente Coronel.
Nos sentimos orgullosos de ese movimiento estudiantil: auténtico, comprometido, valiente e inspirador. Seguramente el gobierno persistirá tercamente en subestimar todo, nada nuevo: descalificar a los que piensan distinto e insultar a los que legítimamente lo adversan. Desafortunadamente para el Teniente Coronel, el país tiene más de 10 años oyendo el mismo cuento y ve con optimismo el surgimiento de un liderazgo emergente.
La otra victoria es menos visible. La Plancha 1 logró colocar a 7 miembros en la Directiva de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), incluyendo a José Bodas en la Secretaría General. Una campaña austera de la Plancha 1, casi sin propaganda, cara a cara, terminó por aguarle la fiesta al gobierno, quien aspiraba arrasar con la Plancha 7, cosa que fue imposible pese al obsceno uso de recursos públicos, las amenazas y el chantaje. La plancha gobiernera apenas obtiene el 54% de los votos y pierde la Secretaría General de la FUTPV, algo que luce como una derrota si recordamos que el Teniente Coronel despidió a más de 18.000 trabajadores “escuálidos” de la industria petrolera e ingresó cerca de 40.000 compatriotas afectos al “proceso”: era como para arrasar.
¿Qué pasó? Que esos “afectos al proceso” son también venezolanos y aman su país. Que el deterioro de este gobierno antiobrero, incompetente y corrupto es una realidad que trasciende y afecta seriamente la popularidad del “hiper-líder”, otrora portavión electoral. Estos comicios son el preámbulo de grandes triunfos de las fuerzas democráticas. En efecto, si ese es el resultado dentro de ese coto cerrado que es la industria petrolera ¿Puede usted imaginar lo que pudiera pasar en unas próximas elecciones parlamentarias?
Detrás de estas dos victorias está el aporte de mucha gente: organizaciones civiles, partidos políticos e individualidades que -sin ansias de protagonismo- han estado cumpliendo su rol. Es necesario continuar la lucha, seguir articulando esfuerzos y trabajar sin demora en la construcción de una alternativa unitaria e incluyente que sea capaz de entusiasmar a las grandes mayorías. Continuar la protesta contra tanto abuso y defender nuestros derechos es algo que debemos hacer paralelamente a la formulación de una victoriosa propuesta electoral. ¡El cambio viene!
En contacto por TWITTER: @richcasanova
* Artículo publicado el 05/10/09.
Detrás de estas dos victorias está el aporte de mucha gente: organizaciones civiles, partidos políticos e individualidades que -sin ansias de protagonismo- han estado cumpliendo su rol. Es necesario continuar la lucha, seguir articulando esfuerzos y trabajar sin demora en la construcción de una alternativa unitaria e incluyente que sea capaz de entusiasmar a las grandes mayorías. Continuar la protesta contra tanto abuso y defender nuestros derechos es algo que debemos hacer paralelamente a la formulación de una victoriosa propuesta electoral. ¡El cambio viene!
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* Artículo publicado el 05/10/09.
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