La transparencia electoral es absolutamente necesarias para la validez del sistema
Luego de firmes y valientes protestas del pueblo Iraní, las cuales han dejado un número aun indeterminado de muertos, los Guardianes de la Constitución de ese país declararon el fraude electoral. Según este cuerpo, al menos en 50 ciudades, votaron más personas de las que estaban inscritas en el registro electoral.
Luego de firmes y valientes protestas del pueblo Iraní, las cuales han dejado un número aun indeterminado de muertos, los Guardianes de la Constitución de ese país declararon el fraude electoral. Según este cuerpo, al menos en 50 ciudades, votaron más personas de las que estaban inscritas en el registro electoral.
A criterio nuestro, este hecho es suficiente para anular todo el proceso, porque la transparencia y la credibilidad electoral son absolutamente necesarias para la validez del sistema.
Son criterios cuantitativos y no cualitativos, por lo que no importa el número de votos fraudulentos sino la determinación del fraude masivo. A los venezolanos el caso de los iraníes nos resulta muy familiar, porque ambos sufrimos dictaduras modernas.
Algunas de las similitudes son: Violación del registro electoral, fidelidad plena de las autoridades públicas más poderosas (en los países islámicos son las religiosas, en el Caribe son las militares), represión brutal de las protestas civiles, censura de los medios de comunicación y utilización del discurso reivindicativo para tapar la violación de los derechos civiles (Paráfrasis de artículo de Moisés Nahim).
Visto lo anterior, los sucesos en curso deben dejarnos dos enseñanzas para identificar y rechazar las dictaduras, que se disfrazan de gobiernos populares:
1- Elecciones no es igual a democracia. Para que las primeras compongan la segunda, deben acompañarse de condiciones limpias en cada contienda y de un posterior ejercicio legitimo del poder.
2- Aunque las elecciones no sean limpias, siempre es mejor que los dictadores se roben los votos, a entregárselos mediante abstención popular. Al final, el hecho de que falseen los resultados, si viene acompañado de protestas firmes y continuas, puede llevar a los pueblos a la reivindicación de sus derechos. Aún no sabemos cómo terminará el conflicto en Irán, pero esperamos que Alá los bendiga con la libertad que tanto ansiamos los ciudadanos en dictadura.
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