La arremetida oficialista contra los periodistas democráticos va en serio
Ahora que las encuestas revelan que el chavismo se está convirtiendo en una minoría política y electoral (Keller, Consultores 21 e Hinterlaces) y que cerca del 80% de los venezolanos rechazan la chatarra discursiva contra la empresa privada y el mondongo ideológico sobre el comunismo a la cubana, Chávez constata que no puede eternizarse en el poder con medios y periodistas que expongan documentadamente la corrupción, el despilfarro, la criminalidad sin control y la persecución de que son víctimas miles de trabajadores y dirigentes que reclaman sus derechos laborales. No importa que en 10 años de gobierno hayan muerto más de 150 mil venezolanos a manos del hampa (de la que forman parte los policías con antecedentes penales insertados por los alcaldes rojitos), mientras Chávez viaja, regala nuestros dólares y se hace el desentendido ante el atraco a mano armada que los próceres de su revolución perpetran contra el Tesoro Nacional. Tampoco le preocupa que las fincas otrora productivas y luego confiscadas por el gobierno de los ineptos, luzcan hoy como un peladero. Menos le quita el sueño que Pdvsa confisque y arruine a empresas criollas y extranjeras, en vez de pagarles los casi $14 mil millones que les adeuda (este saqueo le parece un "triunfo" de la "revolución" sobre el "capitalismo salvaje"). Se adhiere entusiasta a la "olla" montada por el G2 cubano sobre el supuesto intento de magnicidio y, peor aún, sobre la monstruosa falacia contra los gobernadores del Táchira y del Zulia, al pretender vincularlos con grupos paramilitares "magnicidas".
No olvidemos el regodeo oficial ante los ataques destructivos de sus grupos armados contra personas y bienes de la UCV, en venganza porque no han podido ganar ni una sola elección universitaria, ni en gremio o sindicato alguno. Lo que sí indigna a Chávez es que todos esos horrores sean del conocimiento público. Por eso, al igual que está haciendo Ahmadineyad para ocultar las fuertes sospechas de un posible fraude electoral en Irán, Chávez está dispuesto a acallar urgentemente a medios y periodistas a fin de imponer su visión totalitaria.
Además de los obscenos subterfugios fiscales y seudolegales contra Globovisión y la razzia contra cientos de emisoras radiales en todo el país, los "comunicadores chavistas" agrupados bajo el descarado sintagma de "Movimiento por el Periodismo Necesario" (integrado por quienes abogan por unos medios en los que la información plural sea sustituida por propaganda a favor de Chávez, como hace VTV) propusieron la "eliminación del Colegio Nacional de Periodistas" (CNP) justo porque no lo controlan y, en su lugar, constituir una "Asociación Venezolana de Comunicadores" (AVC) que incorpore "tanto a periodistas profesionales como a comunicadores alternativos y comunitarios". La proponente es Helena Salcedo, directora de Radio Nacional de Venezuela, y hace años la más ferviente defensora de la libertad y pluralidad informativas y de la colegiación de los periodistas profesionales egresados de nuestras universidades.
Salcedo quiere ahora que los activistas del régimen (que no son periodistas), enquistados en las emisoras oficialistas (que no son ni comunitarias, ni alternativas) pasen a sustituir a los periodistas profesionales que hoy integran el muy plural CNP. Imaginamos a la AVC con "reporteros" como el espécimen que, en la confiscada Ávila TV, maneja el micrófono como si fuera un fusil. La arremetida oficialista contra los periodistas democráticos va en serio. Como han hecho con la Alcaldía Metroplitana, y como están haciendo con los sindicatos y con las universidades, el plan de cerrar o controlar a los medios independientes está en acelerada marcha. Para "buscar aliados para hacer valer la ética y la verdad" (¡sic!) los rojitos ya entregaron a la obediente AN las propuestas oficialistas para reformar la Ley de Ejercicio del Periodismo.
El cinismo es tal, que quienes han colocado como programa "estrella" de la televisión oficial la escatología y el amarillismo más aberrantes, dicen que con su "reforma" se pretende condenar el "amarillismo " y "establecer un periodismo al servicio del interés colectivo". El perspicaz Orwell nos dio hace tiempo las claves para descifrar el lenguaje del poder.
Cuando dicen negro, debemos entender blanco. Y si juran "estar al servicio del interés colectivo" es que sólo están al servicio de sí mismos. Así las cosas, al sintagma del "Movimiento por el Periodismo Necesario" le falta la coletilla del "periodismo necesario para que Chávez permanezca eternamente en el poder". Es decir, de la sustitución de las verdades urticantes sobre hamponato, confiscaciones, basura, miseria, corrupción, desempleo y crímenes masivos, por la propaganda oficial sobre la felicidad popular alcanzada gracias a la "revolución bonita". mcolomina@gmail.com
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