"Vamos a trabajar junto a la CIDH para concretar su visita"
"A Cantón y al resto de la comisión les genera preocupación la LOE y están interesados en estudiarla a fondo".
Para López, y para el resto de la comisión estudiantil, Insulza guarda un silencio cómplice ante la situación de los derechos humanos (Vicente Correale)
El pasado 30 de octubre una delegación de catorce universitarios viajó a Washington a reunirse con el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Santiago Cantón, para explicarle, de primera mano, la situación de los perseguidos, exiliados y presos políticos en Venezuela. El encuentro fue la resulta del acuerdo que permitió, el 30 de septiembre, levantar la huelga de hambre que por seis días protagonizaron 160 estudiantes en todo el país.
Juan Pablo López, consejero universitario de la Universidad Central de Venezuela, integró la comisión y recuerda vívidamente los 60 minutos que duró la entrevista, y destaca como "positiva" la impresión de Cantón, y demás funcionarios, sobre la realidad de los derechos humanos en el país.
-¿Cuál fue el mayor logro de la reunión con la CIDH?
-Antes hay que aclarar que no fuimos a convencer a nadie. El movimiento estudiantil fue a abrir una cuenta de ahorro en derechos humanos. Abrir un expediente al Gobierno, no sólo por los estudiantes perseguidos, sino por todos los presos, perseguidos y exiliados políticos del país. Nuestro gran logro fue que los miembros de la CIDH nos escucharon y pudimos explicarles que somos un movimiento combativo y organizado, dispuesto a ir donde sea necesario por la defensa de los derechos humanos. También hay que destacar que por vez primera en su historia la CIDH recibe a una delegación estudiantil. Fuimos críticos y le exigimos a Cantón que si el Gobierno se resiste a la visita, que insista... y que a nuestro juicio no han hecho suficiente por el país.
-Tras el encuentro ¿creen ustedes que Cantón está consciente de la realidad de los derechos humanos en el país?
-Sí. Pero lo mejor fue que logramos sensibilizar al resto de la comisión. Algunas funcionarias casi lloran al escuchar las vivencias de Julio Rivas cuando estuvo preso en la cárcel de Yare. El tema de los derechos humanos en el país es grave y urgente. Le dijimos a Cantón que en sus manos está el futuro de las libertades en el país. Cantón replicó y nos dijo que han hecho todo lo posible y agotado todos los mecanismos, y que si bien es un caso urgente, no puede hacer nada más. Yo le respondí que siempre se puede hacer más.
-¿Crees que hace falta más voluntad política?
-Sí. Por eso le propusimos que estudiantes y CIDH trabajemos juntos para concretar la visita. Nosotros trabajando en el país para lograr un ambiente favorable y ellos insistiendo ante el Gobierno.
-En concreto ¿qué exigencias presentaron?
-Fueron seis petitorios. Que sigan exigiendo al Gobierno el ingreso al país. El pronunciamiento del relator para Venezuela, el brasileño Paulo Sérgio Pinheiro, sobre el caso de los derechos humanos. Anexar el informe que presentó el movimiento estudiantil al expediente de Venezuela. Otro petitorio es que se estudie el estatus de las universidades públicas, experimentales y privadas, y su derecho a la autonomía.
-¿Se abordó la Ley Orgánica de Educación?
-A Cantón, y al resto de la comisión, le genera preocupación la LOE y está interesado en estudiarla a fondo. Surgió la idea de un conversatorio y ahondar sobre la autonomía universitaria. Igual denunciamos que el Gobierno ataca a estudiantes a través de las universidades; al reducir el presupuesto como mecanismo de presión para asumir el control de las instituciones. La quinta exigencia fue que si bien por ahora no podían hacer la visita in loco, les solicitamos que hicieran, a través de las organizaciones no gubernamentales, seguimiento de los derechos humanos en el país y, por último, celeridad en el caso de Venezuela. A Cantón le dije que los más grave para un pueblo es ser ignorado.
-¿No hablaron de la apatía del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, sobre el tema?
-Le expresamos que había que presionar a Insulza por su silencio cómplice, y que la OEA está jugando con candela al no atender el caso Venezuela. Igual le exigimos que el Consejo Permanente de la OEA debe pronunciarse sobre nuestra situación. Si la CIDH no puede hacer nada, ¿entonces para qué existe?
-¿Es posible llevar el caso de Venezuela al Consejo Permanente?
-No es fácil. Pero el grupo de venezolanos que estudia en las diversas universidades de Washington se comprometió a solicitarlo todos los miércoles. Igual cabe la posibilidad de que en marzo próximo los estudiantes podamos tener una audiencia con el Estado para hacer más pública la realidad de los perseguidos y presos políticos.
-Un rápido efecto de su visita a la CIDH fue la liberación del estudiante de la UCV Carlos Lozada y del resto de los trabajadores de la Alcaldía Metropolitana. ¿Cómo evalúas ese gesto del Gobierno nacional?
-No sabemos si fue por nosotros. Tal vez fue una jugada para restarnos protagonismo, ya que ese era uno de los casos que expusimos.
-¿En la visita a Washington palparon el peso del lobby que realiza el Gobierno en el exterior?
-Sí. Percibimos esa influencia que hace cuesta arriba que los países e instancias internacionales se pronuncien ante la política de criminalización de la protesta y persecución política por parte del Gobierno. Pero más allá de eso, nuestra lucha es seguir diciendo la verdad. No nos queda otra alternativa que ir a todos los escenarios posibles para desenmascarar la violación de las libertades políticas y el amedrentamiento a la ciudadanía como políticas de Estado. Los regímenes totalitarios siempre se encargan de vender otra imagen en el exterior.
-Después de esta reunión con la CIDH ¿qué viene?
-Como movimiento estudiantil tenemos la capacidad de luchar en varios frentes. Vamos a insistir en la visita de la CIDH. Seguiremos trabajando y luchando por la autonomía universitaria, que pasa por un mejor presupuesto. También están las reivindicaciones sociales de los ciudadanos. Nuestra bandera es la libertad, y la estaremos izando en defensa de todos los ciudadanos y de las libertades democráticas.
Gustavo Méndez
EL UNIVERSAL