martes, 23 de junio de 2009

Yon Goicoechea // Dictaduras electorales


La transparencia electoral es absolutamente necesarias para la validez del sistema
Luego de firmes y valientes protestas del pueblo Iraní, las cuales han dejado un número aun indeterminado de muertos, los Guardianes de la Constitución de ese país declararon el fraude electoral. Según este cuerpo, al menos en 50 ciudades, votaron más personas de las que estaban inscritas en el registro electoral.

A criterio nuestro, este hecho es suficiente para anular todo el proceso, porque la transparencia y la credibilidad electoral son absolutamente necesarias para la validez del sistema.

Son criterios cuantitativos y no cualitativos, por lo que no importa el número de votos fraudulentos sino la determinación del fraude masivo. A los venezolanos el caso de los iraníes nos resulta muy familiar, porque ambos sufrimos dictaduras modernas.

Algunas de las similitudes son: Violación del registro electoral, fidelidad plena de las autoridades públicas más poderosas (en los países islámicos son las religiosas, en el Caribe son las militares), represión brutal de las protestas civiles, censura de los medios de comunicación y utilización del discurso reivindicativo para tapar la violación de los derechos civiles (Paráfrasis de artículo de Moisés Nahim).

Visto lo anterior, los sucesos en curso deben dejarnos dos enseñanzas para identificar y rechazar las dictaduras, que se disfrazan de gobiernos populares:

1- Elecciones no es igual a democracia. Para que las primeras compongan la segunda, deben acompañarse de condiciones limpias en cada contienda y de un posterior ejercicio legitimo del poder.

2- Aunque las elecciones no sean limpias, siempre es mejor que los dictadores se roben los votos, a entregárselos mediante abstención popular. Al final, el hecho de que falseen los resultados, si viene acompañado de protestas firmes y continuas, puede llevar a los pueblos a la reivindicación de sus derechos. Aún no sabemos cómo terminará el conflicto en Irán, pero esperamos que Alá los bendiga con la libertad que tanto ansiamos los ciudadanos en dictadura.

domingo, 21 de junio de 2009

Marta Colomina // El periodismo "necesario"



La arremetida oficialista contra los periodistas democráticos va en serio
Ahora que las encuestas revelan que el chavismo se está convirtiendo en una minoría política y electoral (Keller, Consultores 21 e Hinterlaces) y que cerca del 80% de los venezolanos rechazan la chatarra discursiva contra la empresa privada y el mondongo ideológico sobre el comunismo a la cubana, Chávez constata que no puede eternizarse en el poder con medios y periodistas que expongan documentadamente la corrupción, el despilfarro, la criminalidad sin control y la persecución de que son víctimas miles de trabajadores y dirigentes que reclaman sus derechos laborales. No importa que en 10 años de gobierno hayan muerto más de 150 mil venezolanos a manos del hampa (de la que forman parte los policías con antecedentes penales insertados por los alcaldes rojitos), mientras Chávez viaja, regala nuestros dólares y se hace el desentendido ante el atraco a mano armada que los próceres de su revolución perpetran contra el Tesoro Nacional. Tampoco le preocupa que las fincas otrora productivas y luego confiscadas por el gobierno de los ineptos, luzcan hoy como un peladero. Menos le quita el sueño que Pdvsa confisque y arruine a empresas criollas y extranjeras, en vez de pagarles los casi $14 mil millones que les adeuda (este saqueo le parece un "triunfo" de la "revolución" sobre el "capitalismo salvaje"). Se adhiere entusiasta a la "olla" montada por el G2 cubano sobre el supuesto intento de magnicidio y, peor aún, sobre la monstruosa falacia contra los gobernadores del Táchira y del Zulia, al pretender vincularlos con grupos paramilitares "magnicidas".

No olvidemos el regodeo oficial ante los ataques destructivos de sus grupos armados contra personas y bienes de la UCV, en venganza porque no han podido ganar ni una sola elección universitaria, ni en gremio o sindicato alguno. Lo que sí indigna a Chávez es que todos esos horrores sean del conocimiento público. Por eso, al igual que está haciendo Ahmadineyad para ocultar las fuertes sospechas de un posible fraude electoral en Irán, Chávez está dispuesto a acallar urgentemente a medios y periodistas a fin de imponer su visión totalitaria.

Además de los obscenos subterfugios fiscales y seudolegales contra Globovisión y la razzia contra cientos de emisoras radiales en todo el país, los "comunicadores chavistas" agrupados bajo el descarado sintagma de "Movimiento por el Periodismo Necesario" (integrado por quienes abogan por unos medios en los que la información plural sea sustituida por propaganda a favor de Chávez, como hace VTV) propusieron la "eliminación del Colegio Nacional de Periodistas" (CNP) justo porque no lo controlan y, en su lugar, constituir una "Asociación Venezolana de Comunicadores" (AVC) que incorpore "tanto a periodistas profesionales como a comunicadores alternativos y comunitarios". La proponente es Helena Salcedo, directora de Radio Nacional de Venezuela, y hace años la más ferviente defensora de la libertad y pluralidad informativas y de la colegiación de los periodistas profesionales egresados de nuestras universidades.


Salcedo quiere ahora que los activistas del régimen (que no son periodistas), enquistados en las emisoras oficialistas (que no son ni comunitarias, ni alternativas) pasen a sustituir a los periodistas profesionales que hoy integran el muy plural CNP. Imaginamos a la AVC con "reporteros" como el espécimen que, en la confiscada Ávila TV, maneja el micrófono como si fuera un fusil. La arremetida oficialista contra los periodistas democráticos va en serio. Como han hecho con la Alcaldía Metroplitana, y como están haciendo con los sindicatos y con las universidades, el plan de cerrar o controlar a los medios independientes está en acelerada marcha. Para "buscar aliados para hacer valer la ética y la verdad" (¡sic!) los rojitos ya entregaron a la obediente AN las propuestas oficialistas para reformar la Ley de Ejercicio del Periodismo.

El cinismo es tal, que quienes han colocado como programa "estrella" de la televisión oficial la escatología y el amarillismo más aberrantes, dicen que con su "reforma" se pretende condenar el "amarillismo " y "establecer un periodismo al servicio del interés colectivo". El perspicaz Orwell nos dio hace tiempo las claves para descifrar el lenguaje del poder.

Cuando dicen negro, debemos entender blanco. Y si juran "estar al servicio del interés colectivo" es que sólo están al servicio de sí mismos. Así las cosas, al sintagma del "Movimiento por el Periodismo Necesario" le falta la coletilla del "periodismo necesario para que Chávez permanezca eternamente en el poder". Es decir, de la sustitución de las verdades urticantes sobre hamponato, confiscaciones, basura, miseria, corrupción, desempleo y crímenes masivos, por la propaganda oficial sobre la felicidad popular alcanzada gracias a la "revolución bonita". mcolomina@gmail.com

El poder de las redes sociales


LA REVUELTA
Irán, Moldavia, China... Twitter provoca a los Gobiernos oscuros
VERÓNICA CALDERÓN Y JUAN DIEGO QUESADA 21/06/2009


Esta red social de Internet, que permite enviar fotos y mensajes de hasta 140 caracteres, ha alentado las protestas en las calles de Teherán. "Los ayatolás no han aprendido de lo ocurrido hace meses en Moldavia", dicen los informáticos. Y es que en Moldavia, un pequeño país de Europa Oriental, comenzó lo que se conoce como la revolución twitter.
Las elecciones moldavas del pasado mes de abril no tuvieron mucho eco internacional. Hasta que un grupo de veinteañeros reunido en una cafetería, envalentonado por las arengas de la periodista Natalia Morari, decidió convocar una manifestación a través de Internet para protestar por los resultados de las elecciones que daban como ganador a la formación en el Gobierno, el Partido Comunista.
Los jóvenes y los dirigentes de la oposición creían que se trataba de un pucherazo. "Esperaba que fuesen a quejarse unas 200 personas", cuenta Morari a este periódico. Pero se quedó corta: la protesta se publicitó a través de Twitter y Facebook, y unas 20.000 personas recorrieron las calles de Chisinau, la capital, furiosas por la supuesta trampa de los comunistas. La marcha, que acabó en violentos incidentes, se convirtió en el símbolo de la primera revolución twitter. La periodista Morari, que tiene ahora 25 años, cree que el fallo de los Gobiernos radica en "subestimar las nuevas tecnologías". Internet "hace un mundo más democrático. La democracia es imparable a través de la Red", apunta.
China, gigante, hermética, milenaria y tradicional, también se ha visto afectada. Todo empezó con un fax. En junio de 1989, los estudiantes chinos de la Universidad de Michigan, al conocer las imágenes que daban cuenta de la matanza de Tiananmen, decidieron comprar entre todos un fax. Así comenzaron a enviar a sus familiares y amigos en China las crónicas periodísticas y las fotos que demostraban lo que en realidad estaba pasando. Hoy, 20 años después de la matanza de los estudiantes, el Gobierno de Pekín ha tenido que enfrentarse a otro enemigo mayor y más silencioso que un fax: Internet. Entre los adolescentes chinos se conoce a la censura en Internet como la "Grandiosa Gran Muralla". Si este año la policía ha impedido a los medios extranjeros entrar en la plaza, durante el día del vigésimo aniversario, tanto el relato como imágenes de la matanza han corrido como la pólvora por Twitter o Facebook. La Gran Muralla tiene una grieta.
No es la única. En Guatemala ocurre lo mismo. El abogado Rodrigo Rosemberg, muerto a tiros el 10 de mayo en Guatemala, apareció en un vídeo días después de su asesinato: "Si usted lo está viendo es que he sido asesinado por el presidente". Rosemberg acusaba directamente al presidente Álvaro Colom.
La cinta en YouTube suma ya 500.000 visitas. Y Jean Anleu Fernández, estudiante de ingeniería en sistemas, colgó un mensaje con 14 palabras en Twitter instando a retirar el dinero del Banco Banrural, una de las instituciones financieras a las que Rosemberg acusó de corrupción y responsabilizó también de su muerte. El estudiante fue detenido, enjuiciado y encarcelado el mismo día, acusado de provocar "pánico financiero". Todo en un país donde el 98% de los crímenes se queda sin resolver, como el de Rosemberg. Ya en libertad, Fernández explica por correo electrónico que ha cambiado sus hábitos desde que fue encarcelado. "Leo en blogs sobre mi caso, pero me mantengo desconectado. Mi situación es delicada".
El profesor de sistemas de información en IE Business School, Enrique Dans, cree que Twitter es incontrolable. "Es simple y promiscuo. Se puede utilizar desde el ordenador, una cafetería con conexión o desde el móvil. No hablamos de portabilidad de datos: es promiscuidad de información", apunta Dans, autor también de un blog muy popular. "Tiene un ecosistema tan brutal que es incontrolable. También ese es su peligro. Los Gobiernos lo utilizan para enviar mensajes equívocos", explica.
El reto de los activistas informáticos implicados en causas como la de Irán consiste en burlar lo que se conoce como el Muro de Berlín virtual. Los jóvenes rebeldes de estos días convulsos de Irán utilizan en sus ordenadores un programa que hace imposible revelar su identidad. Son los mismos que forman esa gran marea verde en las calles de Teherán. Los mismos que han abierto una fisura en un país conocido por el cerrojazo ideológico de su Gobierno. Una grieta en otra Gran Muralla.

jueves, 18 de junio de 2009

Iran Ahora






Elecciones presidenciales
Irán es mucho más que el norte de Teherán
Rebelión
Tras las elecciones presidenciales de la pasada semana y mientras la incertidumbre se mantiene, se repiten errores y análisis simplistas del pasado. Los medios occidentales, en su mayoría, parece que siguen confundiendo sus propios deseos con la compleja realidad de Irán.
Los acontecimientos que se están produciendo en Irán pueden obedecer a muchos motivos. Hay quien defiende que estamos ante un pucherazo electoral (los mismos que alababan la alta participación y ahora presentan unos datos que la dejarían en su mínima expresión) e, incluso, se habla de un golpe de Estado o de maniobras por parte de las «familias ideológicas». Todo para que la realidad no acabe enturbiando una noticia prefabricada.
Son los mismos que dan lecciones de «democracia» ante realidades lejanas a las suyas y que tienen la mayoría de sus fuentes en la opulenta zona del norte de Teherán, y ocultan al mismo tiempo algunas de las claves para entender lo que ocurre.
Estas elecciones han variado algo respecto a las anteriores. Si bien la mayor parte del proceso ha seguido un guión similar, sobre la base del «Estado de Derecho iraní», las urnas contaron con más observadores locales que nunca, haciendo muy difícil un pucherazo a plena luz del día. Pero hay otros aspectos que tampoco se han querido mostrar y son importantes a la hora de afrontar el resultado final.
Existían diferentes sondeos que apuntaban a una victoria de Mahmud Ahmadineyad (las movilizaciones de sus seguidores han superado con creces a las de sus rivales,incluido Musavi) y en los debates televisivos previos a las elecciones el actual presidente «propició un soberano repaso a sus oponentes». Haciendo gala de su habilidad dialéctica y política (lo que nunca se menciona a la hora de demonizarle) ensombreció a sus oponentes, y supo aprovechar la alianza en su contra para salir victorioso.
Ahmadineyad señaló ante las cámaras que no se enfrentaba a Mousavi, sino a una triple alianza de éste con Jatami y el odiado Rafsanjani, apodado el tiburón y que es la segunda persona más poderosa del país, al que tachó de claro ejemplo de «corrupción parásita y despotismo».
Y aquí asoma el eje central, la lucha por «el dinero, el poder y el petróleo». Un escenario sobre el que siempre sobrevuela la llamada «mafia del petróleo», que la población no duda en identificar con el clan de Rafsanjani. Los sectores económicos opuestos a la política de Ahmadineyad, que cuestiona el control que aquellos han ejercido en los ámbitos de comercio internacional, educación privada y agricultura -que el propio Rafsanjani controla a través de todo un imperio-, no han dudado en aprovecharse de la coyuntura ofrecida por el Musavi.
Sin embargo, la alianza contranatura formada en vísperas electorales, sin ninguna alternativa constructiva más allá del rechazo a Ahmadineyad y a lo que éste pueda representar, no ha logrado calar entre la mayoría de la población. Las capas más desfavorecidas, la clase trabajadora y el campesinado aún recuerdan los más de cuarenta comunicados que en el pasado emitió Rafsanjani contra Mousavi.
Además, el mal llamado candidato reformista, ha tenido que combinar los deseos de las clases altas de la sociedad con los intereses de los empresarios y del bazar. Su apuesta mediática, el apoyo de sectores jóvenes y las lecturas de internet podían apoyar las crónicas escritas desde Teherán, sin embargo, como reconocía con ironía un iraní, «internet y sus derivados tienen poco que ver con la mayoría de la población, campesinos y trabajadores, que no tienen mucho tiempo para, tras su jornada laboral, navegar en la red en cualquier cibercafé».
Para buena parte de la sociedad iraní, Ahmadineyad representa los valores de la anticorrupción, el populismo y una «piadosa religiosidad». Su imagen humilde (se niega a vestir traje y no se ha trasladado de la vivienda modesta donde vive y que heredó de su padre) unido a su firmeza dialéctica contra los que él considera enemigos externos e internos del país, y ante los que no ha querido rebajar el tono de sus críticas, generan una gran empatía entre las masas iraníes, que no dudan en apoyar «al hijo piadoso de un herrero».
Lo cierto es que más allá de una supuesta división política entre «conservadores y reformistas», durante esta reciente campaña todos los candidatos se acogían, por principio (Ahmadineyad) o por interés (Musavi), a los «principios de la Revolución Islámica». De ahí que muchos afirmen que, en definitiva, el verdadero triunfador de estos comicios ha sido el líder supremo, el ayatollah Ali Jamenei, y el propio sistema forjado durante los últimos treinta años.
En este sentido, cobran fuerza las afirmaciones del propio Obama, quien, a la vista de los acontecimientos, ha sorprendido a los medios occidentales, apuntando que ambos candidatos «representan lo mismo». Sin ser cierta en su totalidad esa afirmación, deja entrever que los intereses de EEUU van mucho más allá de una mera «reforma estética» del sistema iraní, y para hacerse con el control de sus recursos no duda en utilizar manio- bras desestabilizadoras.
Los recientes ataques del grupo Jundallah (detrás del que podría estar las manos de la CIA y el Mossad), las tensiones en Baluchistán, las alianzas de algunos de esos grupos con la mafia de la droga e, incluso, la aparición en un escenario conflictivo de Al-Qaeda, pueden ser algunos de los retos que asomarán en Irán en los próximos meses. Evidentemente, desde Washington todavía no se ha renunciado a dar por perdidos los miles de millones de dólares «invertidos» en operaciones contra Teherán por la Administración Bush, y en el pasado ya se han producido ese tipo de maniobras.
De momento, el peso de Irán en la escena regional seguirá afianzándose, a pesar de todas las trabas que se pongan desde Arabia Saudí, Israel y otros aliados estadounidenses. Hasta ahora su papel ha sido clave en países como Afganistán e Irak y una mayor desestabilización interna podría tener consecuencias directas sobre ellos, además de conllevar un encarecimiento del petróleo que agravaría aún más la crisis económica mundial.
Las próximas semanas continuará el pulso postelectoral. Algunos señalan que tal vez el propio Ahmadineyad tenga la llave para desbloquear la situación, formando un Gobierno que integre a representantes de sectores hoy opuestos a él. Tal vez sea pronto para adelantar el rumbo que tomará Irán, pero parece que la última palabra estará en la boca del líder supremo, quien hasta ahora no ha cedido a las pretensiones de Rafsanjani y probablemente no deje pasar la oportunidad de dar un golpe de gracia a un sector (la alianza entre los otrora poderosos comerciantes del bazar y los clérigos más tradicionales) que le podría hacer sombra en el futuro.